La residencia de Meruelo recibe a las dos primeras personas con Covid-19 derivadas de otros centros

La residencia de Meruelo que se ha habilitado para acoger a personas dependientes que viven en otros centros -que pasarán en ella la cuarentena por coronavirus- ha acogido hoy por la mañana a las dos primeras personas. Los nuevos residentes en Meruelo proceden de la residencia de Carrejo y, antes de ser trasladados, se solicitó la autorización pertinente a las familias, ha informado el Ejecutivo regional. Intentar concentrar a los infectados con el virus en las residencias en ésta ha sido posible gracias a un acuerdo entre el Gobierno de Cantabria y la empresa Calidad en Dependencia.

El Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) irá realizando el resto de las mudanzas que sean posibles paulatinamente durante los próximos días. La decisión de las personas que pueden ir a Meruelo se tomará conjuntamente con las direcciones de los centros residenciales, atendiendo a la situación individual de cada uno de ellos y al historial médico del residente.

Trabajadores del Icass ya han contactado con las residencias en las que hay casos positivos para coordinar estos traslados, que serán realizados por una empresa de ambulancias contratada por el ente público. La empresa citada será la que gestione el día a día de la residencia, en coordinación con el instituto de servicios sociales.

El acondicionamiento de la residencia de Meruelo, que abrió sus puertas hace pocos meses y cuenta con 60 plazas, permitirá facilitar la redistribución de los espacios en el resto de centros, «reforzando las medidas de aislamiento de mayores con diagnóstico confirmado positivo, del resto de residentes», se ha señalado desde la Administración.

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, ha agradecido en nombre de todo el Gobierno de Cantabria la solidaridad del propietario del centro, Rubén Otero, quien voluntariamente ha puesto a disposición del Ejecutivo sus instalaciones para colaborar en la lucha contra el Covid-19. Álvarez también ha encomiado el sobreesfuerzo llevado a cabo por la gerencia de la residencia para poder poner en marcha este nuevo recurso, así como la comprensión y buena disposición de los familiares que han dado su visto bueno al traslado de los residentes que se encontraban en Meruelo a otros centros del propio grupo.

«Nadie puede tener dudas de que tanto las entidades del tercer sector como sus trabajadores están redoblando esfuerzos para que la pandemia que azota a nuestra comunidad y al resto del mundo tenga las mínimas consecuencias», ha señalado la titular de Políticas Sociales.

La consejera ha recordado que el Icass ha contratado a cuatro empresas especializadas para repetir todas las semanas las tareas de desinfección en las 82 residencias de Cantabria.

En cuanto a los materiales de protección, que «es el gran caballo de batalla en todo el mundo», la titular de Políticas Sociales ha apuntado que el Icass ha distribuido entre las residencias privadas 35.000 mascarillas -9.000 de ellas quirúrgicas-, 1.200 batas, 200 máscaras de protección y 120 geles hidroalcohólicos en las dos últimas semanas.

De las 6.000 personas dependientes que en Cantabria viven en un centro residencial, el Servicio Cántabro de Salud (dependiente de la Consejería de Sanidad) ya ha realizado la prueba del Covid-19 a 1.192 personas, de las cuales el 74% han dado negativo. En la actualidad, 15 de los 82 centros residenciales de nuestra región cuentan con algún positivo.

Cantabria es la segunda comunidad autónoma que más test de coronavirus ha hecho en España en relación al número de habitantes, cerca del doble a las realizadas en el País Vasco o el triple que en Canarias. Ello está siendo posible gracias a la potencia investigadora del Instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (Idival) y a la Universidad de Cantabria, que desde el inicio de la crisis trabajan en estrecha colaboración con el laboratorio de microbiología del Hospital Valdecilla en base al protocolo elaborado por Salud Pública.