Las residencias llevan tres meses y medio sin registrar fallecidos por coronavirus

Este miércoles apenas había dos casos activos de profesionales (uno en el CAD de Laredo y otro en la Residencia Santa Ana de Santoña), mientras que el último positivo entre usuarios data del pasado sábado, según los datos que refleja el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) en su página web.

Atrás queda un dramático 2020 en el que la pandemia se cebó duramente con estos centros asistenciales, en los que, hasta el momento, han fallecido 276 usuarios (14,31%) de los 1.929 que se infectaron (el 85,69% se recuperaron). En el caso de los profesionales de las residencias, el número de afectados por el virus ascendía hasta ayer a 650, sin que se haya producido ningún fallecido.

Ha sido a raíz de la vacunación cuando las cifras han ido cayendo de forma paulatina hasta llegar a la inmejorable situación actual. «La vacunación ha hecho su efecto», corrobora Rubén Otero, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED) en Cantabria, que hace unos días ha sido reelegido por los miembros de la asociación para continuar cuatro años más al frente de la misma.

«Estamos muy bien gracias a la vacuna y a las medidas de seguridad que se siguen tomando en los centros», afirma Otero, que no está «preocupado» por la hipotética llegada de distintas cepas de covid que podrían cuestionar la efectividad de los sueros y variar la situación actual. «Estamos trabajando con total normalidad, con un montón de visitas y salidas de los usuarios. No tenemos problemas».

Esa relativa normalidad se palpa entre los responsables de las residencias cántabras. En la Fundación Asilo de Torrelavega, que con más de 350 usuarios ha sido una de las que más fallecidos por covid ha registrado (una treintena), se muestran «mucho más tranquilos» una vez que llegaron las vacunas, según señala su director médico, Ramón Fernández. «Ahora estamos esperando a ver cuánto duran los anticuerpos, si las células encargadas de crearlos se mantienen activas, y si hay que poner un dosis más de refuerzo. Pero estamos con esperanza y satisfacción por cómo se está desarrollando la situación».

Para llegar a este punto, Fernández cree que también han influido las medidas de «aislamiento» y «cierre» de la residencia, evitando así que «entre y salga la menor gente posible» y que hubiese una menor movilidad de personas. «Ahora se trata de llevar los riesgos al mínimo posible y de que la vacunación en la calle se acelere lo máximo posible, porque en las residencias entra mucha gente no vacunada», afirma, el tiempo que detalla que «en los últimos meses no hemos contabilizado ningún positivo».

Tampoco en el Centro Asistencial La Loma de Castro Urdiales, otra de las residencias que más fallecidos ha registrado (18), han tenido positivos desde que fueron vacunados en enero casi la totalidad de los 180 usuarios y 100 trabajadores. «Después de cómo pasamos 2020, esta situación es maravillosa», apunta el gerente Juan Miguel Jiménez, que señala que «con nosotros la vacuna ha funcionado». «Ahora no estamos especialmente preocupados, pero no actúas con normalidad. El bicho sigue estando en la calle así que tenemos que seguir manteniendo ciertas medidas de seguridad», concluye.