Investigadores del Idival y el Ibbtec avisan de las «lagunas» de la Ley de Ciencia de Cantabria

Son dos voces de referencia en Cantabria en su calidad de representantes del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (Idival) y del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (Ibbtec) y este martes han hecho ver que el anteproyecto de Ley de Ciencia tiene «lagunas». Ambos han señalado públicamente que echan en falta medidas concretas para que la ley alcance sus objetivos, ya que la ven «más bien un desiderato» que en la práctica será difícil de aplicar.

Así lo han señalado el jefe de Servicio de Digestivo del Hospital Valdecilla y coordinador del área de Investigación de Neurociencias del Idival, Javier Crespo, y el director del Ibbtec, Piero Crespo, los primeros comparecientes en el Parlamento para valorar del proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación de Cantabria que está en proceso de concretarse.

Ambos han coincidido en que al texto legislativo le falta concreción, aunque también han opinado que lo bueno de la norma es que pretende blindar el compromiso económico de la Administración con el mundo científico.

Sin embargo, han discrepado en asuntos como la división entre ciencia, innovación y transferencia. En opinión del representante del Idival, es «un error» que i+D+I vayan juntas, pues la investigación y el desarrollo son características inherentes a la ciencia pero la innovación es «mucho más de la empresa»; mientras que para el director de Ibbtec ciencia e innovación «tienen que ir de la mano porque son indisolubles».

El primero en comparecer ha sido Javier Crespo, que ha remarcado la «falta de concreción» cuando, por ejemplo, se habla de atraer y retener talento pero no hay «ni una sola medida». En este sentido ha defendido que «debe haber igualdad de oportunidades pero una notabilísima desigualdad en función del mérito», algo que «no ve» en el texto, según ha recogido Europa Press.

Este principio es necesario para contratar a talentos «de primer nivel», pues Cantabria tiene unas estructuras, unos medios y salarios «peores» que los de las comunidades vecinas, y «es difícil atraer a la gente», por lo que se deberían ofrecer elementos diferenciadores. «Si somos iguales no tendremos nada que aportar, porque somos una comunidad muy pequeña», ha advertido.

«Nuestros recursos son mas bajos, el sueldo también es un poco peor y las estructuras un poco peores. Algunos de los mejores se han ido en los últimos años porque les han ofrecido oportunidades mejores», ha lamentado Crespo, defendiendo que «para fichar a personas hay que ofrecerles cosas, y no solo es dinero, son oportunidades».

Por otro lado, ha considerado «un error enorme» separar los institutos Ibbtec e Idival, algo que ve «absurdo» en una región en la que los investigadores «somos pocos más que los dedos de las manos», al igual que ha señalado que el Hospital Valdecilla es «mucho más vanagloriado de lo que merece» y con «muchísimos más defectos que los que vemos en la prensa todos los días».

Entre otros asuntos, también ha considerado equivocada la intención de clasificar a los investigadores como personal funcionario, o al menos como funcionarios «convencionales».

Por su parte, Piero Crespo ha aplaudido que la ley quiera blindar una inversión en ciencia que se acerque a ese «cacareado 2%», aunque sería «completamente innecesaria si nuestros gobernantes fuesen conscientes de que invertir en ciencia es el único método para tener un país puntero», como demuestra que los países que más recursos destinan a ella carecen de esta norma.

Una de las fisuras que ve en el proyecto es que, al no ser concreta, puede dar pie a que reciban financiación iniciativas que «nada tienen que ver con la ciencia». En este sentido también ha pedido que se especifique claramente quiénes son los agentes del sistema de la ciencia, tecnología e innovación a los que alude el texto, que a su juicio deben limitarse con requisitos «muy estrictos» y acreditar su solvencia científica para optar a fondos para sus proyectos.

El director del Ibbtec también ha llamado la atención sobre que la ley no haga ninguna alusión a quienes son los principales actores de la ciencia en Cantabria: la Universidad, sus institutos y el Hospital Marqués de Valdecilla.

El anteproyecto de ley está ahora en el Parlamento para su debate y aprobación una vez que el Gobierno le dio el visto bueno en mayo. Las portavoces de los grupos regionalista y socialista, partidos que sustentan al Ejecutivo regional, han defendido que, si bien coinciden en algunos de los fallos apuntados por los comparecientes, el objetivo fundamental de la norma es fijar una financiación para la ciencia y establecer un marco normativo abstracto del que vayan surgiendo normas más concretas, con lo que ya se da «un paso de gigante».

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