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Ya son más de 350 los ejemplares de carabela portuguesa que han sido retirados de las playas cántabras y ya son 40 los bañistas que han recibido sus picaduras, según la actualización de datos facilitados a este periódico. La presencia de estos ejemplares se ... ha duplicado en las últimas semanas, aunque desde Cruz Roja se insiste en los llamamientos a la tranquilidad de los bañistas, aunque, como admite Lucía Calleja en la playa del Sardinero, «me da un poco de respeto acercarme a la orilla; llevo todo el verano evitando bañarme», admite.
La carabela portuguesa lleva desde el pasado 10 de julio en boca de todos los bañistas cántabros. Según confirmó Cruz Roja, apareció por primera vez en la Virgen del Mar, luego en La Maruca y más tarde, en el Sardinero. A partir de ahí, su presencia ha ido en aumento y hasta la fecha ya se han retirado algo más de 350 por todas las playas del litoral cántabro. La propia Cruz Roja lleva repitiendo desde que se encontró el primero de estos hidrozoos que no se trata de un caso grave como el de 2010 -donde se recogieron cerca de 2.000 ejemplares-, sino que son hechos puntuales de incidencia leve, e insisten en que, a pesar de que los bañistas deben tomar precauciones y fijarse bien en la bandera que ondea en la playa antes de bañarse, no deben dejar de hacerlo.
Algunos, los más valientes, no han dejado que la aparición de esta inesperada visitante les estropee sus chapuzones matutinos. «Llevo leyendo sobre la carabela un mes, yo aún no he tenido la mala suerte de cruzarme con ninguna de ellas, y eso que cada mañana de verano vengo aquí a bañarme», dice José María, otro vecino del Sardinero. «Cada vez que llego a la playa lo primero que hago es dar un buen repaso al mar, todo lo que me alcanza la vista, y una vez me parece que está todo tranquilo, me meto al agua. Nunca se está tranquilo del todo, sobre todo los que sabemos el peligro que tienen».
Cruz Roja, en su balance de lo que llevamos de verano, informa también de que hay que tener especial cuidado con los peces escorpión, cuyas picaduras ascienden a 526, un 30% más que en la temporada de 2022. El director de Socorros de Cruz Roja en Cantabria, Agustín Salán, explica que «aunque la incidencia en cuanto a picadura de medusa está siendo baja y las picaduras se han dado en playas de toda la costa cántabra de forma puntual», se recomienda tener precaución a la hora de darse un baño y, sobre todo, acudir inmediatamente al personal socorrista en caso de contacto o si se ve algún ejemplar.
En el balance de Cruz Roja también se destaca que los socorristas han rescatado del agua a 78 personas.
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