Secciones
Servicios
Destacamos
Infinidad de usuarios han tenido que darse un mayor madrugón -con lo que cuesta en lunes- para llegar a tiempo a sus destinos preveyendo de antemano que la huelga ocasionaría retrasos en sus líneas de autobús habituales. Y así ha sido. Demoras y -en ocasiones- ... largas esperas en las paradas y también autobuses más llenos de lo habitual, pero pocas incidencias reseñables. Aunque se han vivido inquietudes inusuales en la Estación de Autobuses de Santander, con idas y venidas de los viajeros para comprobar horarios de salidas y llegadas, gente que se quedó en tierra y tuvo que buscar alternativas... y poco más.
Básicamente, los viajeros asiduos a determinadas líneas lo han solucionado tirando de paciencia, o avisando de que llegaban tarde a la oficina o la fábrica. Porque este día, el primero de huelga de los conductores del transporte urbano, interurbano, escolar (y de las grúas) se ha saldado en Cantabria sin incidentes. El paro afectaba tanto al TUS de Santander como al Torrebús de la capital del Besaya, que habían establecido unos servicios mínimos que han permitido que circulen alrededor de la mitad de los autocares de diario. Algo similar ha ocurrido entre los que enlazan distintas poblaciones, ya que la Administración regional garantizaba por ley el 30% de los trayectos mientras que la estatal mantuvo como servicios obligatorios alrededor del 50%.
Esto se ha traducido en usuarios que, en los días anteriores, cambiaron la fecha de su viaje para no verse afectados, ya que las empresas avisaron a todo aquel que compraba un billete. La huelga no ha creado sensación de caos en las calles: ni siquiera a la hora de la concentración que los sindicatos celebraron a las 12.30 horas ante la Delegación del Gobierno, a la que acudieron alrededor de un centenar de personas. Estuvieron coreando consignas aproximadamente una hora junto a miembros de la Plataforma de Pensionistas de Santander, que se sumó para apoyar a los conductores. Los convocantes cifraron en «prácticamente un 100%» el seguimiento del paro, al que estaban llamados unos 700 trabajadores en Cantabria. La Administración regional se felicitó de que hayan funcionado correctamente todos los servicios mínimos establecidos.
La ausencia de lío también hay que atribuirla a que, en Cantabria, esta semana los colegios e institutos están cerrados por vacaciones y los conductores del transporte escolar (llamados al paro) no han tenido que elegir si dejar o no a niños y adolescentes en sus casas ni los viales se han llenado de padres repartiendo a sus hijos por los centros escolares. Esta imagen tampoco se registrará si la convocatoria se mantiene para las siete fechas restantes: los servicios mínimos del transporte educativo es del 100%. Para entendernos, está totalmente asegurado.
Las plantillas que se han movilizado con el respaldo de UGT y Comisiones Obreras reclaman que se les permita acogerse a jubilaciones anticipadas sin que esto les penalice en la cuantía de las pensiones. Quieren que la edad de jubilación se baje de los 67 años a los 60 alegando que su profesión conlleva un extra de peligrosidad, como tantas otras que ya tienen reconocido ese derecho, caso de los conductores sanitarios, los maquinistas de tren y los pilotos aéreos. Y en los sindicatos creen que este «es el momento» de conseguir de la patronal el reconocimiento de esta condición de este trabajo.
Pero el empresariado está reacio a abrir la mano. En las negociaciones que se están llevando a cabo en Madrid (la huelga es nacional) se alega que primero es necesario hacer un estudio de impacto sobre cómo afectaría este derecho al conjunto de las compañías de transporte, que últimamente tienen problemas para contratar conductores. Y también se está en contra del aumento del coste social que tendría la medida en las cuentas de las empresas. Este subiría alrededor de un 7,5% y, según David Estévez, portavoz de CCOO en Cantabria en calidad de secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía, este incremento «es el principal escollo». José Giráldez, secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT- Cantabria, se congratuló a primera hora de la mañana de que se estaban cumpliendo «escrupulosamente los servicios mínimos y nada más».
La convocatoria de huelga sigue en pie a lo largo de noviembre y diciembre. De no llegarse antes a un acuerdo, los paros se repetirán los días 11, 28 y 29 de noviembre, así como el 5 y 9 de diciembre (días críticos para el transporte entre comunidades dado que entre el 6 y 8 se celebra el Puente de la Constitución). También habrá huelga el 23 de diciembre, la jornada previa a Nochebuena. Si para esta última fecha no hay un acuerdo entre patronal y sindicatos, las centrales han amenazado con un paro indefinido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.