Revilla avisa de que la «brutal» caída de la economía podría llevar a un paro «sin precedentes» del 24%

El regionalista ha iniciado su balance dando cierta imagen de desánimo. Se ha declarado «bastante tocado» porque a la emergencia «sanitaria y económica» esta mañana tenía que añadir el hecho de que un consejero del Gobierno regional (José Luis Gochicoa) está ingresado «grave» en Valdecilla y ese tono ha recorrido gran parte de su relato, que se ha prolongado durante dos horas.

Revilla ha pedido al Estado que no se pare la obra pública -porque sería un «grave error»- ya que es un sector gran generador de empleo y ha reclamado al PSOE su socio de gobierno en Cantabria (aunque no le ha citado) que no se deje llevar por la inercia de los partidos y que vaya en bloque a Madrid a demandar «todo lo que se debe» a esta comunidad. «Lo nuestro no es pedir locuras, como Quim Torra (el presidente catalán). Nosotros pedimos lo que no nos han pagado y lo que nos han quitado», ha resumido en referencia a las varias batallas que tiene actualmente abiertas con Pedro Sánchez, cuyo gobierno ha recurrido una anualidad de Valdecilla de 22 millones de euros, sigue sin devolver los 45 millones de IVA de 2017, y no reparte como querría esta comunidad el fondo de 16.000 millones creado para hacer frente a la pandemia, del que solo llegarían 180 millones a las arcas regionales.

Además, Revilla ha insistido en que el Gobierno central debe ir adelante con sus compromisos de infraestructuras con la región y en que se debe dejar gastar a los Ayuntamientos sus ahorros, los remanentes de tesorería que ascienden a 450 millones y podrían servir para crear 8.000 empleos.

«A ver si damos con la tecla de medidas de consenso para intentar cuanto antes a salir de este atolladero», ha agregado para atreverse a asegurar «que va a ser así. Vamos a plantear propuestas razonables porque hay que ir unidos. Los recursos de momento son muy pocos. Esas lluvias de millones que se anuncian desde Europa no han llegado. Aquí no llegan ni a los 20 millones de euros», ha indicado cuando, además, cree que el problema económico va para largo pese a que el Banco de España ha pronosticado que la recuperación económica será de entre el 7 y el 9% en 2021. El presidente cántabro ve «exagerado» este repunte.

Aunque los trazos generales de su balance han sido una detallada descripción de la «debacle» sufrida, también en materia social, Revilla ha dejado algunos huecos para el optimismo. Hace un mes había 40.000 cántabros en el paro y hoy quedan 29.000, ha señalado. Se ha mostrado positivo al referirse a la situación sanitaria de la región, donde el virus «está controlado» a pesar del rebrote detectado este fin de semana en Santander ante el cual ha hecho un llamamiento para «no crear alarmas» que perjudiquen la imagen «limpia» de Cantabria, que está enfrentado «con rapidez» este rebrote puntual.

Al tiempo que ha apelado con insistencia a la responsabilidad de los jóvenes, a los que no ve demasiado concienciados con la gravedad del problema, se ha mostrado «orgulloso» por la labor del Servicio Cántabro de Salud (SCS) en estos meses y por el trabajo del consejero Miguel Rodríguez. En medio de la pandemia, el presidente ha visto un nicho a explotar en el futuro: una economía basada en la Medicina ya que hoy Cantabria fabrica hisopos para hacer pruebas sanitarias y los distribuye para España y fuera de sus fronteras: «Se empezaron fabricando 100 al día y ahora ya se hacen 5.000. Tenemos la universidad y tenemos al hospital de referencia, Valdecilla», ha afirmado.

En el mismo tono se ha referido a Sniace por la que -según sus datos- dos empresas han presentado ofertas, una de ellas «de alcance nacional e importante», por lo que no considera «perdida» a la papelera de Torrelavega que anunció su cierre en febrero. En total, se habrían interesado por la factoría siete sociedades. El presidente se ha congratulado, igualmente, por la marcha que lleva la negociación sobre la planta de Nissan en Los Corrales de Buelna y por la expectativa abierta para Solvay de una posible ayuda del Estado para su plan de transición energética.

Revilla también ha considerado que el sector turístico de la región va a salvar el verano si no ocurre «algo inesperado». Este ámbito, junto con la industria, el comercio y el transporte han sido los «más golpeados» por la pandemia del coronavirus. Ha recordado que el Ejecutivo ha diseñado un plan dotado con 8,3 millones de euros que incluye la campaña de entradas gratuitas a Cabárceno, El Soplao y Fuente Dé vinculada a consumos en hostelería. También hay ayudas directas al sector, por otros dos millones, y campañas de promoción entre las que ha citado su gira por las televisiones nacionales.

En la recuperación será clave el aeropuerto Seve Ballesteros que, tras el récord de pasajeros alcanzado en 2019, con casi 1,2 millones, estrenará este jueves la conexión de Binter a Canarias y la primera de la hisotria entre Santander y Vienea, operada por Lauda.

Se ha referido, por otro lado, al Puerto de Santander que ha sufrido un «frenazo» en su expansión por la caída del tráfico de automóviles (42%) y pasajeros (69% en Brittany Ferries, del 100% en los cruceros), aunque ha subido el de contenedores (60%). El presidente ha reiterado las actuaciones que están previstas por la Autoridad Portuaria: el silo para aparcar automóviles en Raos 8, adjudicado ya en 15,9 millones, la licitación en 25,1 de la obra pendiente para finalizar Raos 9, y la de rehabilitación del muelle para la nueva terminal de Brittany, prevista en 19,7 millones, compañía que en noviembre pondrá en marcha un nuevo barco que incrementará un 30% la capacidad de la línea con Inglaterra.

Por otra parte, ha reclamado respaldo para la nueva Ley del Suelo que está próxima a llegar al Parlamento y es un instrumento «vital» que le gustaría que se aprobara «con cierto consenso» y el máximo de votos posible en la Cámara regional. «No me gustaría una Ley del Suelo aprobada solo por el PRC y el PSOE», ha explicitado el presidente, que ve la nueva norma como una herramienta «de desarrollo de Cantabria». A sus ojos, también se tiene que contar con los Ayuntamientos, que «saben mucho de esto» y la ley debe servir para impulsar actuaciones «fuera de las grandes ciudades» y para combatir el despoblamiento.