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El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, hizo a finales del pasado año un primer intento fallido. Realizó un viaje a Bruselas en busca de apoyos a la causa de incluir la conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao en la Red Transeuropea de Transportes ... como parte del Corredor Atlántico. Las instituciones comunitarias estaban entonces reformulando el mapa de líneas creado en 2013, pero finalmente, para disgusto de la comunidad autónoma, no tocaron ni un ápice el diseño de la Red Básica, que incluye todos los proyectos que tienen que estar acabados antes de 2030 y que contarán con una financiación con fondos europeos de hasta el 50%. Así que a día de hoy sigue sin aparecer Cantabria.
Ahora que el Ministerio de Transportes ya ha presentado el estudio de alternativas de la conexión, que contempla una inversión de 2.000 millones de euros para reducir el tiempo del viaje de las tres horas hasta los 60 minutos con paradas en el entorno de Laredo y Castro -varía según las alternativas-, Revilla quiere realizar un nuevo intento. Cantabria no entró en la Red Básica del mapa ferroviario europeo, pero podría hacerlo en la Red Básica Ampliada, que incluye obras que deberían estar finalizadas en 2040 y también opta a fondos de Bruselas. Así, el presidente regional ha pedido, por escrito, apoyo al Gobierno de España, a los diputados de la comunidad autónoma en el Congreso y al Parlamento Europeo para impulsar la inclusión de la conexión ferroviaria Santander-Bilbao.
Revilla ha remitido sendas cartas con el fin de lograr como primer paso la implicación del Gobierno de España, dado que las propuestas promovidas por las autoridades regionales sólo son elegibles si cuentan con el respaldo del Estado. Así, en su misiva a la ministra de Transportes, define la implicación del Gobierno de España como «imprescindible» para «impedir que Cantabria vuelva a quedar aislada del Arco de Transporte Ferroviario del Atlántico».
«Dada la importancia fundamental de esta infraestructura para el futuro de la comunidad autónoma, me parece de justicia considerarla una prioridad nacional, como ya lo es a nivel regional», ha señalado, al tiempo que ha recordado la «implicación» de Raquel Sánchez con el proyecto, cuyo estudio de alternativas presentó ella misma el pasado 31 de marzo en un acto institucional celebrado en Santander.
Además de asegurar que el plazo de 2040 es «realista», Revilla subraya que esta obra «responde perfectamente» a las exigencias en materia climática contenidas en el Pacto Verde Europeo, por lo que confía en obtener financiación del MCE, que cuenta con una dotación de 25.807 millones de euros para el sector del transporte hasta 2027 y tiene el 60% de los fondos destinados a objetivos climáticos.
Con el fin de impulsar la inclusión de la línea en la Red Básica Ampliada, el presidente se ha dirigido también a los parlamentarios europeos que ya le confirmaron su apoyo durante el viaje a Bruselas del año pasado, entre los que figuran los representantes del PSOE y el PP, Isabel García (Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas) y Pablo Arias (PPE), además de Izaskun Bilbao (PNV, Renew Europe) y Luis Garicano (Cs, Renew Europe). En este caso, busca el respaldo de los europarlamentarios para lograr que el tren pase a formar parte de la Red Básica Ampliada, que adelanta diez años la ejecución de los proyectos que como el cántabro se encuentran en la Red Global.
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