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El presidente, el vicepresidente y el consejero que aglutina un mayor número de departamentos para su cargo. El Gobierno le ha dado a la comparecencia la atmósfera de las grandes citas. Y aprovecharon el anuncio del decreto con los 55 millones en ayudas que vienen ... de Madrid para responder entre líneas a algunas críticas o defender su gestión en este tiempo. Sobre todo, en el ámbito de las medidas que han afectado directamente a la hostelería y a las ayudas entregadas.
Fue Revilla, el primero en intervenir, el que insistió en «reseñar el esfuerzo» del Ejecutivo. Y repasó las ayudas ya aprobadas a lo largo de los últimos meses. «Quiero señalar que el Gobierno en Cantabria, a día del viernes pasado, había abonado ya al sector de la hostelería 29 millones de euros». En realidad, el presidente se refería a las tandas de cheques de ayuda que se han ido aprobando y que incluyen no sólo a los hosteleros, también a otros sectores.
«A esto hay que sumar –siguió– una serie de ayudas indirectas». Y puso el ejemplo de las campañas que se hicieron el pasado año con entradas gratis para Cabárceno o El Soplao. Las que se hicieron para favorecer el turismo y el consumo en los establecimientos del sector (restauración y alojamientos), y que supuso para el Ejecutivo «dejar de ingresar una serie de cantidades». Suponen, estimó, otros siete millones. «Y hay que sumar dos millones en dos planes Renove». «Son cuarenta millones –concluyó como resumen– los que el Gobierno de Cantabria ha puesto en manos de los sectores perjudicados por el covid».
Luego, Zuloaga entró en su turno en el impacto de la pandemia en la economía. Primero para dejar claro que unos sectores se han visto más afectados que otros. Pero también recordó que el desplome en la región fue de un 7,7%, una cifra menor que la media nacional, e hizo hincapié en que «Cantabria ha sido una de las comunidades con un menor impacto en cuanto a las consecuencias sanitarias».
Ahí aprovechó el vicepresidente para defender las medidas que ha tomado el Gobierno (también lo hizo Revilla posteriormente al hablar de «medidas imprescindibles para aparecer ahora como región segura» de cara al verano) y concretó un detalle respecto a la hostelería. Que las terrazas se han mantenido abiertas durante todo el año de manera ininterrumpida, «y eso ha ocurrido sólo aquí, en Cantabria».
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