Revilla confía en que «no se paralicen» las inversiones de Fomento en la región

Cuando todo el mundo daba por 'muerto' a Pedro Sánchez después de que le obligasen a abandonar la Secretaría General del PSOE en el polémico Comité Federal del 1 de octubre de 2016, Miguel Ángel Revilla se convirtió en uno de sus principales aliados mediáticos. El presidente cántabro fue uno de los pocos líderes regionales que no le dio la espalda, le defendió a capa y espada en los platós de televisión y le animó públicamente a presentarse de nuevo a las primarias para luchar por el liderazgo de su partido. Desde entonces, ambos han mantenido una estrecha relación personal. No es de extrañar que ahora celebre su llegada a la Moncloa y esté convencido de que sus maltrechas relaciones con el Ejecutivo, con quien ha mantenido un pulso desde el comienzo de la legislatura, «mejoren considerablemente». Tiene la confianza incluso de que el nuevo Ejecutivo «garantice todos los proyectos e inversiones» comprometidas por Mariano Rajoy, especialmente aquellas vinculadas al Ministerio de Fomento.

Revilla, que ya ha felicitado a Sánchez por su nombramiento, se muestra «optimista» ante la «complicada» situación que se presenta en España tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Ante este escenario, el regionalista espera que «no se pare, sobre todo lo más importante, que es el tren, la obra que todo el mundo ha prometido». «Ahora estábamos en la fase de acabar los proyectos del ferrocarril y será una de las primeras reivindicaciones que le plantearé a Sánchez, incluido que sigan adelante todos los anteproyectos presentados, porque hemos asistido a dos meses en que, sumadas las cantidades que se venían ofreciendo, pasábamos de los 4.000 millones».

El presidente quiere comenzar a ver licitaciones «de forma inmediata» y critica que el ministro De la Serna se ha pasado un año y medio visitando la región pero «todavía no ha licitado ni un solo metro de tren». «Las últimas semanas se ha dedicado a venir aquí a meterme el dedo en el ojo por mis libros», recrimina el regionalista, antes de criticar su «afán por las infografías y los anuncios». «Quiero ver licitaciones, adjudicaciones y palas en las vías, y eso se lo voy a decir a Sánchez en cuanto me reúna con él», recalca.

Junto con el tren –«que llevo toda la vida reclamando»– va a pedir la financiación íntegra de las obras del Hospital Marqués de Valdecilla y el pago de la deuda de la Fundación Comillas. Según indica, «sólo por esos dos conceptos y por el incumplimiento de la promesa de cofinanciar la atención a la dependencia al 50%, la deuda acumulada en 2016 y 2017 roza los 150 millones de euros».

«Es una cantidad a la que Cantabria ni puede ni debe renunciar». «De hecho no lo vamos a hacer», asegura el presidente, antes de recordar que ya está judicializado el tema de Valdecilla. En este contexto, el regionalista espera que las relaciones del Gobierno central con el regional «mejoren», porque con Rajoy eran «imposibles». De hecho, a su juicio, «el trato que ha recibido Cantabria pese a su lealtad institucional es un ejemplo que explica los votos de rechazo al mandatario popular».

Otra de las prioridades será conseguir impulsar una nueva conexión ferroviaria, para pasajeros y mercancías, desde Santander a Bilbao por la costa, que implicaría un nuevo trazado desde la localidad cántabra de Treto hasta el puerto de la capital vizcaína, y con un coste global que los regionalistas estiman en cerca de 1.000 millones de euros, aunque Fomento lo eleva al menos hasta los 3.000 millones. «Si conseguimos sacarlo adelante, está todo hecho», confiesa el presidente cántabro.

Aunque el bipartito nunca se ha creído la movilización anunciada de 3.700 millones, Revilla se da con un canto en los dientes si al menos se ejecuta «lo más importante». No obstante, no piensa «renunciar a ninguna de las promesas».

Sobre el futuro del ministro, Revilla «siempre» ha tenido claro que será el próximo candidato del Partido Popular a la Presidencia de Cantabria, en los comicios de 2019. «No tengo ninguna duda, de lo que no estoy seguro es que el rival sea yo», declara. A Mariano Rajoy le acusa de «prepotencia» y de haber actuado de forma «impresentable» al «desaparecer» del hemiciclo durante la moción y volver sólo para votar. «Eso es una falta de respeto a la Cámara y una huida que no tiene justificación», censura.

El jefe del Gobierno cántabro también rompe una lanza en favor de Sánchez, que es «bastante criticado». «Alguna virtud habrá de tener», dijo, y se remitió al capítulo que dedica en su último libro al madrileño. «Se llama 'La resurrección de Pedro'. Quizá ahora habría que añadir 'La ascensión de Pedro'», sopesa. Apesar de ello, cree que habrá elecciones anticipadas, «no sé si en meses o en años», y espera que ahora se «arreglen algunos temas importantes» que «ha generado un PP prepotente», capaz de concitar «a tanta gente en contra».