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A. santamaría
Domingo, 18 de septiembre 2022
El presidente de Cantabria y líder del PRC, Miguel Ángel Revilla, está totalmente en contra de que el Gobierno de Pedro Sánchez conceda el indulto a José Antonio Griñán, expresidente de la Junta de Andalucía y condenado por el Tribunal Supremo a seis años de ... cárcel por un delito de malversación por el 'caso de los ERE'. Revilla, que está «convencido» de que ni Griñán ni Manuel Chaves (también condenado) se han enriquecido («al que roba se le nota», dijo), sí cree que los políticos son los primeros que deben dar ejemplo y, si hay una sentencia condenatoria, como es el caso, el expresidente andaluz debe entrar en la cárcel. Además, recordó que en el fallo del Supremo queda expuesto que ambos expolíticos socialistas eran conocedores de que el procedimiento era completamente irregular y de que dio lugar a que se malversaran «cantidad de recursos públicos».
En su sentencia, el Supremo considera que la cúpula del Gobierno andaluz (PSOE) creó y mantuvo, entre los años 2000 y 2009, un sistema de concesión de ayudas sociolaborales pensado para evitar «todo control administrativo», disponiendo del dinero público «de forma discrecional» y «al margen de toda legalidad». La sentencia contiene dos votos particulares (frente a tres) que sostienen que el expresidente no debió ser condenado porque los indicios «no son unívocos».
«Yo tengo un principio –dijo Revilla en el programa La Sexta Noche– y es que hay que acatar las sentencias y, si de cinco jueces, tres han dicho que tiene que ir a la cárcel, lo siento, pero tendrá que ir a la cárcel. Porque, en caso contrario, el ejemplo que estamos dando es que el 'robaperas', el hombre al que le han embargado, ese que no tiene padrino, es el que acaba yendo a la cárcel». «Los últimos que deben ser indultados son los políticos», aseveró.
En su intervención en el programa, Revilla fue también cuestionado por el bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial. En este punto, el presidente cántabro fue muy crítico con los partidos de ámbito nacional (PSOE y PP), incapaces de alcanzar un acuerdo, al tiempo que dejó en el aire un par de preguntas. «¿Por que hay tanto interés en colocar a jueces en órganos que luego juzgan a políticos»? «¿No estará en el fondo del asunto la prevención (de los políticos) de posibles situaciones complicadas en el futuro»? Y concluyó con una afirmación: «La sospecha está en la calle».
Eso sí, el presidente cántabro obvió el intento de su partido en el año 2011 de que el exconsejero regionalista Vicente Mediavilla fuera nombrado juez del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (para ocupar la vacante que dejó Santiago Pérez Obregón por jubilación) a través de las candidaturas propuestas por el Parlamento regional, propuesta que chocó de frente con el propio Consejo General del Poder Judicial, que optó finalmente por elegir a Paz Hidalgo (propuesta por el PP) como magistrada.
En el programa, Revilla también abordó la situación económica del país. Tal y como ha hecho en otras ocasiones, el presidente cántabro huyó de los «agoreros» que hablan de recesión y, aunque sí se mostró preocupado por la marcha económica, dijo que una situación de vuelta atrás «es evitable». ¿Cómo? Con decisión desde Europa para atacar el precio de la energía, «que es la que mueve el mundo». El jefe del Gobierno regional puso el ejemplo de la actuación en la pandemia para reclamar a la Unión Europea unidad y medidas radicales para controlar los precios y apoyar a las industrias electrointensivas.
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