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El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha aprovechado su mensaje de Navidad para realizar un balance de los logros del bipartito PRC-PSOE a poco más de cinco meses para la celebración de las elecciones autonómicas. El líder regionalista ha aseguro que, este año, los cántabros podrán celebrar estas fiestas en un «buen momento» desde el punto de vista económico, ya que la región «crece y progresa ajena a las turbulencias que ensombrecen la convivencia y generan inquietud en el conjunto de España», en referencia al conflicto entre Cataluña y el Estado, un asunto que hace doce meses estuvo en el centro de su discurso y que esta vez, aunque ha vuelto a aparecer, ha ocupado un lugar secundario.
Para despedir 2018, Revilla se ha centrado en los aspectos económicos y ha sacado pecho de los buenos indicadores que presenta Cantabria. También en sus «grandes fortalezas» que, en su opinión, deben servir para impulsar un modelo productivo más sólido y estable en el tiempo. Además de destacar activos como el Puerto de Santander, el aeropuerto, el Instituto de Hidráulica y la Universidad de Cantabria, ha puesto el acento en lo que considera los dos grandes proyectos que tiene la región en el horizonte: el centro logístico del Llano de La Pasiega y la explotación minera en la Comarca del Besaya.
Son los mismos que ya adelantó el año pasado con ocasión de este mismo mensaje de Navidad, pero ahora puede presumir de que, a pesar de los retrasos y escollos, se han producido algunos avances. La inclusión en el Plan de Ordenación del Litoral del centro logístico para evitar los problemas urbanísticos y las diferencias de criterio entre los dos socios de Gobierno y la concesión de la primera licencia para realizar sondeos en el caso de la mina de zinc.
Está convencido de que ambas cosas permitirán continuar la senda de descenso del desempleo con trabajos estables y de calidad. Así, ha valorado que hoy hay en Cantabria 25.700 parados menos que hace cuatro años y que tiene una de las tasas más bajas del país, así como un crecimiento de la economía por encima de la media nacional: «Mantener e intensificar esta situación es el gran reto que tenemos ahora por delante para consolidar la recuperación del bienestar social». El jefe del Ejecutivo ha recordado también que se ha logrado que la comunidad autónoma sea la quinta con mejor calidad de vida y lo ha relacionado con el incremento de 216 millones de euros en gasto social.
Y ha vuelto a hacer referencia a uno de sus mantras en cualquiera de sus intervenciones públicas, la deuda del Estado con Cantabria, que ha llegado a «niveles totalmente inaceptables», si bien ha considerado que la tendencia ha empezado a cambiar con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. Y el ejemplo es, a su entender, el «desbloqueo» de los 22 millones de deuda de Valdecilla.
«Es un pequeño paso adelante y así lo valoramos, porque acaba con la morosidad que habíamos sufrido hasta ahora, pero es insuficiente. Cantabria necesita más». Más, sobre todo, en materia de obras. Ha subrayado el presidente que seguirá reclamando la deuda con la región y el cumplimiento de los compromisos asumidos, fundamentalmente, en materia de infraestructuras, entre los que ha citado la construcción de una línea ferroviaria moderna y competitiva «acorde con las que ya están en marcha en el resto de autonomías».
El presidente ha querido compartir con los cántabros su preocupación por la situación actual de España. En su opinión, «la incertidumbre política, la inestabilidad, la falta de respeto a la legalidad vigente y los extremismos no son buenos compañeros de viaje». Revilla ha señalado que, «con sus luces y sombras, España es un gran país, plenamente democrático y con un sistema de libertades consolidado» sobre la base de una Constitución que acaba de cumplir 40 años y que ha traído consigo una modernización y avances sin precedentes gracias al trabajo, la aportación y la solidaridad entre territorios.
«Pero a pesar de ello, los españoles no nos queremos lo suficiente. Nunca entenderé la razón», ha lamentado Revilla. En contraste con la realidad que se vive en determinados lugares, se ha mostrado orgulloso de que ese «desafecto» no exista en Cantabria, donde se da la «maravillosa dualidad» de ser cántabros y españoles, «sin necesidad de inventar la historia, ni de crear fronteras inútiles». A su juicio, nuestra región es una «extraordinaria referencia de paz y convivencia» y un «territorio amable y acogedor que defiende con vehemencia su historia y particularidades, pero nunca en clave de exclusión».
Por último, el presidente ha tenido un recuerdo especial para quienes lo están pasando mal, para los enfermos y para aquellos que celebran estas fiestas lejos de su tierra. A ellos y al conjunto de la ciudadanía cántabra, el presidente ha deseado «lo mejor en esta Navidad y en el nuevo año 2019».
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