Revilla rectifica el 'no al AVE' del Parlamento y exigirá a Sánchez que llegue hasta Santander

El presidente quería celebrar las 'bodas de plata' de la Fiesta del PRC (el 25 aniversario) en una exhibición de fuerza y músculo en Santander, donde su formación siempre ha logrado un resultado discreto. Aunque se trataba de dar un empujón a la candidatura de José María Fuentes-Pila al Ayuntamiento de la capital cántabra de cara a las municipales de 2019, Revilla convirtió el acto en el pistoletazo de la campaña autonómica, recuperando el AVE como bandera –ese «malentendido» que ayer comentaban muchos alcaldes sorprendidos y que amargó la semana del presidente–, y marcando distancias con el PSOE en el Ejecutivo.

El mitin arrancó con altas dosis de tensión. La plataforma en defensa de las Excavadas trató de boicotear el aniversario silenciando aRevilla, lo que provocó que algunos militantes y simpatizantes regionalistas se peleasen con los manifestantes, cruzándose reproches e insultos hasta que fueron desalojados casi media hora después por la policía. Superado este episodio y con los ánimos más calmados, Revilla se empeñó en zanjar el asunto del AVE de una vez por todas.

El PRC llevaba días instalado en una esquizofrenia política en torno al «puñetero tren», como le ha llamado en más de una ocasión el presidente. Los 13 diputados votaron el lunes a favor de una Proposición No de Ley de Podemos que critica el gasto de 400 millones para llevar el AVE a Reinosa porque es «absolutamente innecesario», «una irresponsabilidad» y «no está justificado». Criticaban un proyecto que ofreció en bandeja el exministro Íñigo de la Serna en mayo en la capital campurriana y que no existía en el compromiso original, el Tren de Altas Prestaciones.

El asunto provocó un fuego los dos días siguientes en el Debate sobre el Estado de la Región y dio munición al PP para disparar al presidente. En ese foro, Miguel Ángel Revilla volvió a hablar de reivindicar ante el nuevo jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, «un tren de altas de prestaciones que esté acabado en 2023, que es lo que está comprometido», un giro que soliviantó a un regionalista de pro, el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio, que no ocultó su malestar con el partido.

Barrio asistió ayer a la fiesta pero, a diferencia de otros regidores, decidió no subir a arropar a Revilla al escenario y se mantuvo en un lugar discreto hasta escuchar las explicaciones de su jefe de filas, que finalmente le convencieron y le permitieron regresar a su ayuntamiento aliviado. El camino del líder regionalista ya lo había allanado el viernes el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, al asegurar en declaraciones a este periódico que «había sido un error conceptual» e «interpretaciones equívocas».

Pero, sin acabar de entender lo que había ocurrido, muchos alcaldes comentaban desconcertados y pedían ayer explicaciones bajo un sol de justicia. Consciente del malestar desatado y de la semana de incongruencias, Revilla redobló su apuesta y no sólo recuperó la alta velocidad a Reinosa, también extendió la reivindicación hasta la capital de Cantabria. «En el próximo Pleno del Parlamento regional exigiré ese AVE a Santander», sentenció.

El regionalista, que se llevó los aplausos de los presentes con este anuncio, dijo que así se lo reclamará al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, cuando mantenga su reunión con ellos. La primera en escucharlo esta semana será la ministra de Administraciones Territoriales, Meritxell Batet, que además de los 44 millones pendientes de las obras de Valdecilla, otros cien del sobrecoste, el copago de la dependencia y los impagos de la aplicación de la Lomce y la Fundación Comillas, asuma ahora el coste del AVE a Santander, que hace ocho años se cifró en más de 3.000 millones de euros.

Entre otros hitos, Revilla recordó cuando el exministro del PSOE José Blanco «se cargó» en 2010 los cuatro tramos de la obra «ya adjudicada» hasta Reinosa y de paso las «expectativas electorales» de los socialistas. De su sucesora, la popular Ana Pastor, ha rememorado que planteó que no se podía abordar en plena crisis un AVE a Cantabria, pero sí un tren de altas prestaciones hasta Reinosa con el que el tiempo de viaje entre Santander y Madrid se reduciría por debajo de las tres horas. Así, entre «nada o esto», explicó que el PRC apostó por esta última opción, a la que se sumó, ya con el siguiente responsable de Fomento, el exalcalde de Santander Íñigo de la Serna, el AVE pero «sin fecha», ni «planos» y «nada firmado».

«Que no haya duda» de que el PRC «quiere» el AVE cuando va «por toda la región cacareando» este proyecto, manifestó el regionalista a los suyos, ante los que también admitió que esta semana «se ha armado gorda» a cuenta del «malentendido» con la alta velocidad, al ser las infraestructuras una de las tres cosas que está en «el ADN del PRC», junto con «la honradez» y la «defensa de Cantabria».

Al margen de las infraestructuras, Revilla aprovechó para marcar distancias con su socio en el Gobierno, el PSOE, por el calendario escolar. El presidente volvió a hacer un guiño a los docentes y afeó la actuación del consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes, ante representantes del mundo sindical presentes en la fiesta. Dijo que los socialistas han marcado unas «directrices» desde la llegada de Pablo Zuloaga que «no» le gustan y que ha habido momentos de «crispación», pero que «respeta» por el pacto de gobierno. Sin embargo, les lanzó un órdago y un desplante al anunciar que, si vuelve a gobernar, se quedará con las competencias en Educación y Cultura, porque el PRC no está de acuerdo en como los socialistas han abordado algunos asuntos. Cree que «ha llegado el momento» de asumir estas competencias porque «hay gente preparada para asumirlas».

También destacó que, si gobierna en 2019 otra vez, pondrá al frente de consejerías regionalistas a mujeres y avisó de que, a partir de ahora, hay que ser «una piña» porque habrá más ataques de la oposición, ya que «son el rival a batir por todos». Antes de terminar, se comprometió a volcarse para que el PRC saque en Santander «los resultados que merece» porque es «la asignatura pendiente».