Revilla recela de la primera propuesta del Ministerio sobre financiación autonómica

La introducción de esta última variable era lo que exigían las autonomías con problemas de despoblación (Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Asturias, La Rioja y Cantabria), cuyos presidentes se reunieron la semana pasada en Santiago de Compostela convocados por gallego Alberto Núñez Feijóo. Reivindicaron que el criterio de la dispersión demográfica fuera el que primase en la reforma del modelo de financiación y que esto se tradujera en una mayor inyección presupuestaria que compense el coste de los servicios en estas zonas con población alejada y aislada. Estas autonomías, de distinto signo político, abarcan el 62% del territorio pero agrupan al 24% de la población. Sin embargo, algunos presidentes, como el cántabro Miguel Ángel Revilla, no están conformes. De hecho, tras hacer un primer repaso al texto, aseguró ayer que la propuesta «pinta mal».

El regionalista entiende que el modelo planteado no se basa exactamente en el coste efectivo de los servicios, el único criterio que considera «justo». Es más, Revilla concretó a El Diario Montañés que durante la tarde ya había hablado con otros colegas del grupo de participantes en la cita de Santiago, tanto del PP como del PSOE, y compartían su decepción: «No sólo Cantabria, también otras autonomías vamos a dar la batalla en la defensa de lo que hemos aprobado en Galicia».

«Hay que analizarlo a fondo, pero no me gusta porque no va en la línea que defendemos y ahondaría en el problema actual de concentrar aún más gente donde más personas viven. Cantabria tiene una serie de variables que no están ahí ponderadas como la orografía y el envejecimiento», insistía el jefe del Ejecutivo regional. En realidad esos epígrafes sí aparecen en la propuesta, como también figura otra de las reivindicaciones que salió de aquel frente común a ocho, como era que se otorgase más peso al gasto sanitario y educativo. Pero Revilla cree que no está de una manera que garantice que todos los territorios vayan a tener el dinero que necesitan para hacer frente al coste efectivo de los servicios. Porque no requiere el mismo esfuerzo financiero pagar un consultorio o una ruta escolar en una gran ciudad que en un municipio con muchos pueblos muy diseminados por toda su geografía.

Por eso adelanta que Cantabria presentará alegaciones. La comunidad autónoma tiene hasta enero para estudiar bien los papeles y remitir al Ministerio de Hacienda las correcciones que consideren oportunas. Otra cosa es que se tengan o no en cuenta.

Mucho menos categórica que el presidente se mostraba ayer la consejera de Economía, la socialista María Sánchez, que tras el primer repaso al texto reconocía que no podía confirmar aún si Cantabria tenía razones para estar contenta o todo lo contrario. «Es un documento de 240 páginas sobre el modelo que próximamente debatiremos. Es pronto para hacer valoraciones. Todo el equipo de la Consejería estudiaremos con detenimiento el documento y haremos aportaciones. Dada la trascendencia que tiene la financiación para la región, es fundamental hacer un análisis exhaustivo, serio y profesional».

Incluso algunos expertos de la Universidad de Cantabria consultados por este periódico entendían ayer que la región, que actualmente es la que más dinero recibe por habitante de toda España, puede ver incluso mejorada su asignación con el nuevo modelo. Toca hacer bien los números para confirmarlo.