Revilla: «No vamos a permitir que una sola persona se quede sin comida»

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que ayer visitó las naves del Banco de Alimentos, situadas en el polígono de Tanos-Viérnoles en Torrelavega, dice que el objetivo está claro: «No podemos permitir que una sola persona se quede sin comida». En su opinión, el trabajo que desempeña el personal del Banco de Alimentos, encabezado por su presidente, Francisco del Pozo, y los cerca de 20 voluntarios que se encargan de recibir, organizar y distribuir la mercancía, «es el kilómetro cero de la solidaridad en Cantabria».

El presidente regional, acompañado por el consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco; del alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, así como de representantes de las cooperativas Valles Unidos del Asón, Ruiseñada-Comillas y Agrocantabria, puso de relieve la «solidaridad inmensa de la gente» hacia aquellos ciudadanos que están en peor situación debido a la crisis del coronavirus, gracias a lo cual en la región «no se está dando ningún caso de persona sin alimentos» como, dijo, «puede verse en otras regiones».

Según Revilla, durante las últimas semanas «la solidaridad llega en cascada» y «se ha desbordado» el programa destinado a la compra de alimentos para las entidades sociales de la región, excedentes de los productores inscritos en la Plataforma Mercantabria. Con esa plataforma colaboran cooperativas y productores a los que el Gobierno regional compra sus productos alimentarios a «precio casi de coste» y luego se distribuyen entre entidades como el Banco de Alimentos o la Cocina Económica.

Revilla, que ayer visitó Torrelavega para observar los productos ya preparados de una primera remesa de alimentos para ambas entidades adquiridos con el fondo de 200.000 euros dispuesto por el Gobierno de Cantabria para la compra a productores de la región, insistió en que se trata de «unos precios prácticamente de coste» gracias a la colaboración de las cooperativas.

El presidente pidió a los responsables del reparto que le abrieran las puertas del camión para comprobar los lotes de distintos productos ya listos para llevar a la Cocina Económica. Chuletas, filetes, hamburguesas, quesos, mermeladas, patatas de Valderredible... productos de Cantabria que, según el presidente, «tienen el valor añadido de que son alimentos de primera que si no fuera por esta situación excepcional irían a restaurantes y ahora van a servir para dar de comer a personas sin recursos».

«Esta semana muchas familias van a comer lechazo, cabrito, la mejor ternera de Cantabria, quesos de Bejes y Tresviso, y mermeladas», destacó el presidente, y subrayó que con la medida «beneficiamos al sector productor porque pueden sacar su excedente de producción y a las personas que tienen necesidad». «Esto sí que son unas buenas hamburguesas, y mira qué chuletas... y el queso de nata, y de Bejes, y estas mermeladas que tomo yo en casa», comentaba el presidente mientras iba de un camión a otro del reparto. Y las patatas, «de Valderredible», claro, «las mejores».

Por su parte, Javier López Estrada agradeció al Banco de Alimentos y a la Cocina Económica «la labor que realizan día tras día por ayudar a las personas más desfavorecidas», y recordó que sólo el Ayuntamiento ha repartido alimentos a más de mil familias de la ciudad desde que comenzara el estado de alarma. «Todos hemos tenido que echar el resto durante estos días tan críticos. La Renta Vital Básica va a suponer un alivio para esas personas en riesgo de exclusión y esperamos que sirva para eliminar estas cosas que en este momento son necesarias, pero que en un futuro no deberían serlo», añadió el alcalde.

La responsable de la Cocina Económica, la religiosa Clara Gallego, mostró su «asombro por la solidaridad de los cántabros», que «se han volcado en esta situación», así como a las cooperativas que están colaborando con el Gobierno regional para realizar esta donación de productos cántabros. La religiosa explicó que desde la Cocina Económica se han entregado más de 12.142 'packs' de comida individuales y la media de personas que van todos los días a recoger comida es de 200. A su vez, en el economato se atiende a 467 familias, que suponen 1.227 personas, de las cuales 281 son menores de edad.

En cuanto a la demanda, dijo Clara Gallego que «por el momento no hemos visto que haya disminuido el número de gente que viene a por comida, los nuestros no han encontrado trabajo».

Por último, el presidente del Banco de Alimentos de Cantabria, Francisco del Pozo, destacó que para su organización esta donación es «muy importante» porque permite «aumentar la cesta básica que llega a estas personas».