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La periodista bilbaína Ana Blanco, rostro icónico del Telediario de TVE, clausuró este miércoles los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria en Laredo en el transcurso de una ceremonia en la que la popular presentadora puso el broche de oro a las actividades ... lectivas de este estío con una conferencia que hizo girar sobre los cambios que ha experimentado el modo de informar, la manera de hacer periodismo. Conclusiones muy valiosas viniendo de quien atesora cuarenta años en la profesión y treinta dentro de la red informativa del ente público.
Testigo directo de esa transformación, Blanco fue llamada para hacer lo que mejor se le da, comunicarse con los ciudadanos, si bien en este caso sin un plasma de por medio, en un acto en el que le acompañaron el consejero de Educación, Sergio Silva, el alcalde de Laredo, Miguel González, el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, su vicerrector Tomás Mantecón, y la directora del Área de Cursos de Extensión Universitaria de la UC, Raquel Gómez.
116 actividades
(53 cursos monográficos y 63 citas culturales) se han celebrado este verano.
La periodista, que colgó el título de su conferencia entre interrogantes ('Siglo XXI. ¿El siglo de la información?') trató de explicar en algo más de media hora «cómo ha cambiado la forma de informarnos» desde que ella empezó su aventura profesional hasta que la dio por terminada en febrero pasado.
Entonces «trabajábamos con máquinas de escribir», recordó con cierta añoranza la periodista, que también mencionó los vetustos teletipos como una herramienta esencial en la profesión, pura 'artesanía' periodística «ahora impensable en un momento en que todos llevamos un teléfono móvil en nuestro bolsillo y, dentro de él, toda la información posible».
A su juicio, los periodistas «estábamos muy lejos de imaginarnos esta gran transformación cuando sobrevino una de las noticias más impresionantes de este Siglo XXI, que fue la de los atentados del 11-S en Estados Unidos», el ataque terrorista perpetrado en el año 2001 por Al Qaeda que ella –que llegó a pensar que las terribles imágenes que estaba viendo en los monitores de la redacción eran montajes– toma como ejemplo para ilustrar ese rapidísimo cambio producido en la manera de informar a la ciudadanía.
En esos días, recuerda Blanco, «se vieron los primeros casos de periodismo ciudadano» que luego se han repetido en infinidad de sucesos en los que las primeras imágenes han sido tomadas no por profesionales del medio sino por usuarios de las redes sociales.
Ana Blanco
Periodista
«Recuerdo también lo mucho que me impresionó, en 2008, ver a una periodista informar de que Barack Obama había sido elegido presidente de los Estados Unidos desde un simple teléfono móvil. Un móvil. No tenía más», recalcó la presentadora vizcaína, que precisó que para cubrir aquella noticia TVE había realizado «un despliegue de medios importantísimo». «Yo no me imaginaba –añadió Blanco– que ese teléfono móvil que estaba viendo iba a convertirse en una herramienta de trabajo tan importante para nosotros».
También se refirió la informadora a la pandemia del covid-19, a la que cree causante de otro 'arreón' al mundo del periodismo, que descubrió la gran utilidad de la vida online.
«La revolución digital, en suma, ha cambiado la forma de comunicarnos», incidió Blanco, que todavía tuvo tiempo de hablar acerca de las redes sociales como «principal fuente de información de la gente menor de 35 años», que busca otros modos de acceder a las noticias. «Ellos dicen que es en las redes donde pueden encontrar los temas que les interesan y, que, a su parecer, no abordan casi nunca los medios de comunicación tradicionales». Ni los periodistas tradicionales, hoy sustituidos en esa franja por «youtubers, influencers y tiktokers...» que cuentan la actualidad a través del entretenimiento y en un minuto.
Y esa es, sin duda, una realidad sobre la que los medios de comunicación deben reflexionar, piensa Ana Blanco, que ve en el teléfono móvil «un gran avance que tenemos que cuidar».
La ponencia de la periodista bilbaína, que se jubiló en febrero tras haber presentado 7.400 informativos, bajó el telón a la trigésimo novena edición de la actividad académica veraniega, que la Universidad de Cantabria ha alimentado durante dos meses con 53 cursos monográficos y 63 citas culturales en muy variados formatos.
Así, dentro de este segmento, en los meses de julio y agosto se han celebrado 47 conferencias/mesas redondas, cinco jornadas, un taller, cinco cinefórums, dos conciertos y tres encuentros. En total, 116 actividades repartidas en las 17 sedes que la Universidad de Cantabria tiene abiertas por toda la geografía regional para cumplir con el objetivo principal de los Cursos de Verano: sacar el conocimiento de las aulas y llevarlo al mayor número de lugares posible.
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