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De las pocas cosas buenas que nos deja la pandemia es la unión de los miembros del hogar que, obligados a estar juntos todo el tiempo, han vuelto a jugar en familia. Se han creado unos hábitos desconocidos para muchos niños que, de pronto, han ... descubierto que, a falta de amigos, papá y mamá también pueden ser unos buenos compañeros de juegos. Y en las cartas de los Reyes ha sucedido lo inevitable: se percibe el consejo de los mayores en las peticiones de los pequeños. A ver si no cómo se explica que entre los juguetes más vendidos en 2020 estén juegos de mesa tan antiguos como el 'Monopoly' -arrasa la versión clásica, aunque también la variedad 'Fortnite'-. Tanto que todos los días se vacían por completo las estanterías de las tiendas. «Una bestialidad», comentan en El Corte Inglés, donde ya intuían que esto iba a ocurrir estas Navidades después de que durante los meses del confinamiento los adultos volvieran a ser un poco niños, a atracar el cajón de juguetes de los hijos y a comprar por internet infinidad de puzzles, a hacer acopio de tableros nuevos de oca y parchís y otros juegos de mesa para pasar ratos de diversión durante el encierro. Así que esta Navidad la estrella no solo es el 'Monopoly', también el 'Party', el 'Padres contra Hijos', los basados en concursos de la tele como el Pasapalabra y otros tan añejos como el bingo de toda la vida. En Juguettos cuentan que están «agotadísimos» otros juegos de mesa como 'Don listillo' y 'La casa de los retos'.
Los Reyes de la pandemia vienen con otra peculiaridad: no escatiman en gastos. En la vida real muchas personas están pasando serios apuros económicos. Pero ni los negocios cerrados, ni los Erte ni los despidos que sufren tantos adultos se está notando en las cajas de los comercios. Al revés. Por incomprensible que parezca, en esta campaña los juguetes que ya están agotados son los más caros. Tanto como los 300 euros que cuesta la 'Casa Palacio de Barbie', «agotada totalmente». No está ni en el catálogo. Así que habrá que conformarse con otras viviendas más modestas de la esbelta muñeca o con su rosísima autocaravana -casi 100 euros-, en el top de los más vendidos este año.
Otra joya: los 499 que vale la Play Station 5. No intenten hacerse con una. No merece la pena. No quedan en toda España, por culpa del sistema de cupos de Sony, que ha distribuido un número determinado de su última consola en cada país. Y aquí, han volado. «Y si vinieran dos millones de estas a Cantabria se venderían los dos millones». Y tal derroche ocurre porque hemos ahorrado en otras cosas. «Un cliente me dijo que otro año no gastaría tanto en regalos, pero que este no ha salido a cenar ni se ha ido de vacaciones», cuenta Santamaría, con lo que las familias pueden invertir lo que han ahorrado en hacer felices a los niños, «que ha sido un año muy duro para ellos. Sin ver a sus amigos, a sus abuelos, sin poder hacer deporte...». Puede, por tanto, que estos Reyes sean una suerte de indemnización por los daños causados.
El siguiente ejemplo del halo pandémico en las cartas está en la sección deportiva. Ojo con las bicicletas, patinetes, patines o monopatines. Más que rodar, vuelan. Esta novedad viene a rebufo de la desescalada, cuando al fin los pequeños pudieron salir a la calle con ansias de desentumecerse. Pero también con las restricciones de esta segunda ola del covid: como los pequeños no pueden practicar deporte en grupo, triunfa el individual. Y, encima, en la mayoría de los casos con unos padres que jamás se habían movido y de repente esto está lleno de runners. «Cuando nos dejaron salir de casa la venta de ropa deportiva fue algo escandaloso», cuentan en El Corte Inglés. Y comentan que da gusto observar ahora a familias enteras pedaleando por los carriles bici, lo nunca visto. Y, qué cosas, causan furor las raquetas de Badminton, porque en muchos colegios de Cantabria les han enseñado a practicar este deporte en las clases de educación física. Y también arrasan las colchonetas para hacer gimnasia en el salón y, para los más pequeños de la casa, las motos 'Ricky Zoom', cuentan en Juguettos. Así que este año, aunque el niño no pida bici, Melchor traerá bici por aquello de que aquí 'mandan' los mayores rendidos como nunca a la 'sport life'.
Y otro apunte más sobre estos 'coronarreyes'. Tanto aplaudir a los trabajadores esenciales ha hecho mella en los corazoncitos de los niños, que valoran como nunca la labor de los sanitarios y piden juguetes para imitarlos. «Hacía tiempo que los maletines de médicos y los juegos de enfermeras no se vendían tanto, y este año el que más piden de esta serie es el centro veterinario», cuentan.
Más pistas sobre la clara influencia de los padres en el ranking de los juguetes más vendidos: Playmobil siempre ha sido de lo más deseado por la infancia, pero es que este año lo que más piden los niños es la variedad basada en títulos ochenteros como 'Regreso al Futuro' y 'Scooby Doo'. Y otro más: ha vuelto la fiebre por los dinosarios que sintieron los que eran niños a principios de los años 90. El mundo de Jurassic Park está más de moda que nunca. Y como para no. Los juguetes dan más miedo en la tienda que en la tele. Los dinosaurios están logradísimos. Un apunte: no intenten encontrar el mosasauros ni el velocirraptor 'baby blue'. No quedan.
Entre los juguetes más vendidos este año también repiten los lindos 'Bebés Llorones lágrimas mágicas'. Los hay de todo tipo y color. Bueno, casi. El dorado (el 'Golden Edition', hablando con propiedad) se ha agotado. Pero, como consuelo, este año han hecho vestiditos y accesorios para que el bebé llorón no sea siempre el mismo. Una novedad que ha emocionado a los fans de este muñeco.
El broche final de esta selección se lo lleva por méritos propios el 'Virus'. Resulta que este juego de cartas que va de contagios y vacunas saltó a la fama hace un par de años, cuando ni en nuestras peores pesadillas podíamos imaginar una situación como la que vivimos actualmente. Este año está de moda el 'Virus 2'. «Enfréntate a la pandemia. Sé el primero en erradicar el virus y evitar su propagación. Contén brotes de virus experimentales que andan sueltos (...)», es lo que explican los fabricantes en la publicidad de este juego, instrucciones proféticas que dejan a Nostradamus a la altura del betún.
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