Secciones
Servicios
Destacamos
En un resumen grueso, se podría decir que en seis días -desde el pasado jueves- cayó por todo lo que no había caído desde el arranque del año. Un dato de la Aemet lo confirma. Una comparación tomando como muestra diecinueve estaciones de Cantabria. ... Sumando sus cifras de precipitación acumulada, del 16 al 21 de febrero se recogieron 118 litros por metro cuadrado (entre las diecinueve). Pues bien, en esas mismas estaciones, del 22 al 26 se acumularon 1.848. No es que fuese una barbaridad tratándose del invierno, pero sí que llama la atención si se compara, además, con un enero que se definió como «seco en promedio» (la precipitación solo alcanzó el 57% de lo esperado para estas alturas del calendario). De hecho, el año hidrológico en curso (desde octubre de 2023 y con datos hasta enero) se define por su «carácter seco», «con un déficit de precipitación del 20% con respecto al promedio para ese mismo periodo durante los años 1991-2020». El agua se ha concentrado tanto en estos días que ayer causó cierta preocupación la situación de los ríos. Sobre todo, el Asón a su paso por Coterillo (Ampuero). Estuvo «en vigilancia» a primera hora, pero con el paso de las horas la situación se fue normalizando.
Noticia relacionada
Ana Gil Zaratiegui
El ejemplo que proporciona la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria con esas diecinueve estaciones permite destacar un aspecto. La lluvia de la semana previa al 22 no llegó al 10% de lo que cayó en la siguiente. Lo más significativo, destaca José Luis Arteche, fue la precipitación caída el día 26. El pasado lunes. Solo en San Roque de Riomiera se acumularon esa jornada 95,6 litros. El delegado territorial de la Aemet insiste en que no son valores exagerados para estas fechas, pero sí que contrastan con lo poco que ha llovido previamente.
Cielos cubiertos y lluvias dispersas, en general débiles. Sube la cota de nieve
Otra vez cielos cubiertos y lluvias a medida que avanza el día. Vientos fuertes en el litoral.
Las nubes y la lluvia irán ganando terreno según avanza el día. Viento fuerte en el litoral.
Lo de ayer, en todo caso, fueron los últimos coletazos del temporal. Ramales y San Roque de Riomiera encabezaron la tabla de lluvias, pero se quedaron en 28,8 y en 28,6 litros (hasta las nueve de la noche). Lo más significativo en cuanto a valores fueron las rachas de viento de 130 kilómetros por hora registradas en Alto Campoo, las más fuertes de todo el país. Y fue, básicamente, durante la madrugada del lunes al martes (en Santander se llegó a los 87 kilómetros por hora). También nevó, pero fue de más a menos. De hecho, para las tres de la tarde, la Aemet ya había desactivado ayer las alertas en Cantabria.
Eso no impidió que las primeras horas fuesen agitadas. Según fue contando la web de El Diario Montañés, la jornada arrancó con problemas en la A-67 y en la nacional N-611, entre Pozazal y Arenas de Iguña. A primera hora se cerró el paso para camiones y vehículos articulados, que fueron cruzando embolsados hasta que la situación mejoró. Un par de argayos en Soba, una balsa de agua en Ramales, algún árbol caído... Incidencias durante la mañana.
A media tarde quedaba cerrada la carretera hacia Palombera y el portillo de Lunada. También el tramo de la CA-643 entre La Concha y Valdició. Además, se requerían cadenas para subir a Brañavieja y en la CA-631 a la altura de Pandillo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.