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Tan sólo una semana después de haber batido el récord de vacunación con 46.994 dosis, Cantabria vuelve a situarse por debajo del umbral de las 40.000 pinchazos semanales y ralentiza el ritmo que la situaba «por encima de la media del país» ... . La razón de este descenso está en el número de dosis recibidas, ya que a pesar de que la región tiene ahora «más capacidad para vacunar», vuelve a recibir la misma cantidad de sueros que en el mes de mayo: ayer, sin ir más lejos, recibió 21.060 dosis de Pfizer y 3.800 de Moderna, es decir, 24.860 en total. ¿A qué se debe entonces haber batido récords este último mes? «Estamos administrando las segundas dosis de AstraZeneca que teníamos reservadas, y por eso salían esas cifras tanto esta pasada semana como la anterior, y además, en junio recibimos dosis extras, lo que provocó un aumento en las vacunas administradas», explica Celia Gómez, directora gerente del Servicio Cántabro de Salud.
De esta manera, en plena quinta ola, Cantabria vuelve a los ritmos previos al verano y se moverá a partir de ahora en cifras más bajas: «Nuestra capacidad para poner vacunas es mayor, pero ahora mismo tenemos las 25.000 que llegan cada semana, más las que tenemos de reserva de AstraZeneca para finalizar las segundas dosis, así como de Janssen, pero el grupo diana al que le puedes poner esas vacunas es limitado, ya que sólo es para mayores de 40», dice Gómez. Cantabria, por tanto, seguirá de aquí en adelante por debajo de ese horizonte de récord, y aunque «es muy probable» que en las próximas semanas lleguen más dosis de Moderna, no serán tantas como para llegar a las cifras que hemos tenido estas semanas atrás».
DOSIS PARA CANTABRIA
Aunque sea con menos dosis, el grupo de edad sobre el que se está poniendo ahora el esfuerzo es la franja de 30 a 39 años, y ayer la cifra de inmunizados en este tramo era de 54,1%, un porcentaje que sitúa a Cantabria por debajo de la media nacional, a diferencia de otros grupos que lleva la delantera: «Vamos un poco más retrasados porque teníamos más en los grupos anteriores», aclara la gerente del SCS, cuya prioridad ahora es dar el paso hacia los jóvenes: su «intención», dice, es abrir desde el 2 de agosto la autocita para el rango de edad que va de los 18 a los 29 años. «La autocita nos va a ayudar para localizar a la gente más joven, porque en muchos casos no tenemos actualizados el dato de contacto porque no tienen que acudir al médico, y en ocasiones es difícil localizarlos». La vacunación en este tramo alcanza al 12,7% de la población de entre 20 y 29 años y de ellos, el 10,4% está inmunizado.
Según el último informe de vacunación del Ministerio de Sanidad (con fecha del 23 de julio), Cantabria ha recibido 493.305 dosis de Pfizer, 67.300 de Moderna, 130.200 de AstraZeneca, 24.950 de Janssen. De esta manera, se han recibido en total 715.755 dosis, de las cuales se han administrado 674.442 (es decir, el 94,2% del total). Con estas cifras, Cantabria se sitúa un punto por encima de la media nacional en cuanto a personas mayores de 40 años inmunizadas, con un 85,4% con la dosis completa (frente a 84,9 del conjunto del país).
JÓVENES
Según los últimos datos del Servicio Cántabro de Salud, correspondientes al domingo 25 de julio, la campaña se centra ahora en el grupo de 30 y 39 años, en el que más de la mitad (54,1%) ya ha recibido al menos una dosis y el 14% la pauta completa. En el colectivo de 60 a 69 años, tiene el suero el 97,5% de los cántabros y el 90,9 está ya inmunizado, mientras que el 6,6 restante está pendiente del segundo pinchazo. En la franja entre 50 y 59 años, el 91,4% ha recibido la vacuna y de ellos, el 86% la pauta completa, que también se ha administrado al 100% los mayores de 70 años. Sin embargo, por el momento, la región está a la cola en la cobertura de la franja de edad de los 30 a los 39 años, con un 13,7% de la población inmunizada, frente al 26,8 del país.
CAMPAÑA
¿Y los que no se quieren vacunar? Celia Gómez admite que, por el momento, se desconoce este dato: «Ahora mismo todos los recursos están puestos en llegar a los objetivos». Sin embargo, la intención es que alguien del personal sanitaria corrobore con una llamada que la razón por la que esa persona no ha recibido la vacuna es por decisión propia. «Es algo que no puede hacer un administrativo, porque es un trámite sanitario», dice, «pero estamos con mucha incidencia y tenemos los recursos dedicados a la asistencia sanitaria». Gómez asegura que el porcentaje de estas personas tanto en Cantabria como en España es «muy bajo», sobre todo en comparación con otros países como Estados Unidos, «donde ya no saben qué ofrecerles para que se vacunen. Aquí la adherencia a la vacuna es muy alta, y si miras el porcentaje que tenemos por grupo de edad vamos muy bien, por ejemplo, en el de 40 a 49 estamos en un 83,6%, así que aquí no es tan complicado llegar a la inmunidad de rebaño».
El mapa de cifras con las que Sanidad dibuja la realidad del covid en Cantabria carece por el momento de un dato para completar el relato de la campaña de vacunación: cuántas personas han rechazado darse la dosis que le correspondía y, por tanto, no están inmunizadas. Fuentes de la Consejería admiten no tener ese dato y ahora mismo no disponen de medios para sistematizarlo. Desde que empezara la campaña de vacunación en diciembre del pasado año, han recibido al menos una dosis 382.337 personas, pero se desconoce cuántos cántabros han rechazado recibir la vacuna, grupo en el que habría que incluir también a aquellos que por motivos de salud no pueden recibirla.
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