Robos en otras cuatro iglesias en Miera y Liérganes: «Los curas estamos en alerta»

Lo cierto es que, en esta ocasión, los ladrones solo consiguieron llevarse algo de la iglesia de San Pedro ad Víncula de Liérganes. Es el único de los cuatro templos donde, una vez realizado el pertinente inventario tras las incursiones nocturnas, falta algo. En concreto un cepillo 'para el pan de los pobres', como anunciaba un letrero que lo acompañaba y que atesoraba «no mucho dinero». Por lo demás, en este caso el mayor daño ha sido el de la puerta lateral por el que los cacos lograron entrar, y que había sido cambiada hacía poco más de un mes. «Más de 3.000 euros de inversión nos había costado arreglarla», detalla el cura.

En lo que respecta a pérdidas, la que se ha llevado la peor parte es una de las vidrieras de la imponente catedral de Miera. Una de esas artísticas que decoran las ventanas de la iglesia desde el año 2019 elaborada por el artista vitral Tomás Saiz, bajo el diseño de Alma Campuzano, y que sufragó con 20.000 euros la Asociación Cultural El Avellano de Miera con lo que consiguieron recaudar para tal fin. La que ahora está «hecha añicos» estaba valorada en 1.263 euros y ya es «completamente irrecuperable, no se puede hacer nada con lo que ha quedado», lamenta Obregón.

El ventanuco que decoraba la malograda vidriera, que da al baptisterio, sirvió de punto de entrada para los ladrones, que previamente «cortaron la luz del templo para que no saltara la alarma», explica el cura. Afortunadamente, «no lograron entrar a la sacristía», dice una vecina del pueblo, que insiste en que «dentro de lo malo no se han llevado nada, y sobre todo no han tocado la talla de la virgen del siglo XII ni echamos en falta nada de valor». Además, explica que en la iglesia «no había dinero porque al ver que había una oleada de robos decidimos llevarlo de ahí hace unos días». Así que los indeseables visitantes, que al parecer se fueron por una puerta lateral, se marcharon con las manos vacías.

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El robo en Miera tuvo lugar en la noche del jueves al viernes, igual que el de la capilla de Rubalcaba. Ahí sólo hay que lamentar daños en la entrada. «Es difícil que ahí encuentren algo que les interese porque es un templo en el que no hay culto habitualmente», explica el alcalde de Liérganes, Santiago Rego, que condena «duramente esta serie de robos que están sufriendo las iglesias de la comarca». Sin embargo, los sucesos en San Pedro ad Víncula y la capilla de Los Prados se registraron en la noche del viernes al sábado. En este último templo, dice el párroco, «creemos que no llegaron a entrar, pero la puerta tiene signos de haber sido violentada».

Los hechos ya han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil, tal y como confirma el párroco, que ya le cuesta llevar la cuenta del número de denuncias que ha interpuesto. Esto se suma a recientes episodios similares en la zona (en Penagos, Selaya, Villacarriedo y Villafufre) y en la zona occidental de la región (en San Vicente de la Barquera, La Revilla, Lamadrid y El Tejo). «Los curas estamos en estado de alerta con lo que está ocurriendo», insiste Obregón, que a su vez deja claro que «confiamos plenamente en el trabajo de las fuerzas de seguridad».