Los rostros ante una alerta roja en Cantabria

Para llegar a este punto se habría activado primero la prealerta del plan Inuncant, diseñado para reaccionar frente a estos escenarios. Todo fruto de los avisos lanzados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que el 112 habría convertido en alertas. La situación se habría ido complicando y se escalaría en las fases de emergencia. Primero el nivel cero, luego el uno, después el dos y por último el nivel tres, el más importante por considerarse que está en juego el interés nacional. La sede del Servicio de Emergencias de Cantabria (Semca) acogería la constitución del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) que reuniría a representantes políticos y técnicos de la comunidad. El mando máximo corre a cargo de la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, que tendría la última palabra a la hora de la toma de decisiones. También podría estar presente, si es necesario, la presidenta de la Comunidad, María José Sáenz de Buruaga; aunque las decisiones importantes vienen condicionadas por el consejo de los técnicos, que son muchos y que cuentan con una amplia experiencia en seguridad, sanidad, meteorología o ciencia, entre otros asuntos.