![Un Sábado Santo desangelado](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202104/03/media/cortadas/sabado-santo-roberto-kB7H-U1301029815305pvF-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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No se sabe cuántos, pero se rumorea que muchos han venido a sus segundas residencias. Que a los madrileños y vascos se les detecta por el acento en las terrazas y que no han fallado a su cita con Cantabria esta Semana Santa. Más que ... una certeza es una percepción de los locales. Algunos hay. Sin duda. Pero los lugares y alojamientos turísticos echaban hoy de menos a sus fieles visitantes. En Santander, ese termómetro está, por ejemplo, en los miradores del Centro Botín. Los pocos que subieron este sábado a contemplar la bahía tuvieron que optar por hacerse un 'selfie', ya que para encontrar un fotógrafo ajeno a la imagen había que esperar un buen rato.
Matteo, Giovanni, Federica y Andrea tuvieron que recurrir a las manos de este periodista para llevarse una instantánea familiar de Santander desde el tejado del museo. Esta familia de italianos veroneses llegó el viernes a Santander en coche para visitar al hijo mayor, Matteo, estudiante de Erasmus en la Universidad de Cantabria. La ausencia de conexiones aéreas con Santander les obligó a viajar en coche desde Verona. En total, 17 horas de trayecto en parte nocturno culminadas con éxito, sin contratiempos. Los padres y el hermano menor no se toparon con controles fronterizos y pudieron reunirse cuatro meses después. Hablaban de una «imagen apocalíptica» por la ausencia de coches en las carreteras. Tampoco fallaron los elogios para el paisaje: «Es precioso, no se parece a Italia. Todo es verde y me recuerda a Auckland (Nueva Zelanda). Estamos maravillados», decía Giovanni, el padre de familia.
A los pies del edificio tocaba la guitarra Eugenio Pérez, cantante callejero argentino. Él es habitual en el frente marítimo y explicaba la ausencia de gente con una frase: «Aquí depende del tiempo. Si está nublado y corre viento ni me preocupo por bajar, pero hoy no esperaba este aire frío antes de salir de casa». Recogía antes de lo normal. Una hora de música y a guardar los bártulos. «Se ve que no es el día», lamentaba. Día gris y de aire fresco. «Si le sumamos el mal tiempo a todo esto de las restricciones, hoy no vienen ni los de aquí».
A algunos no les cuesta hablar hasta que se les pregunta cómo se llaman. Eso le pasaba a Juan, que salía del museo y no quería desvelar su apellido. ¿Era foráneo? «No quieren que se sepa de dónde son. Dicen que son de aquí o que trabajan aquí, pero no siempre es creíble. El acento les traiciona», comentaba José Luis Arranz, guía turístico. La mayoría de los turistas que han recibido estos días son locales, «muchos santanderinos y algún cántabro de otro municipio que quiern saber más cosas sobre la ciudad». Esa es la tónica en esta Semana Santa de turismo local. Aunque hay excepciones. «Los acentos que más he oído son de vascos, madrileños y algún andaluz. Vienen a los recorridos pero no quieren delatarse», aseguraba José Luis.
«Lo que no hemos tenido son extranjeros», aclaraba el guía. «Los franceses son los que más suelen venir. He visto algún grupito de chavales de Erasmus por la calle, pero no hemos recibido a ninguno», contaba. «Hoy ha sido el día más flojo de la Semana Santa. Con diferencia. Pero estamos contentos porque hemos recibido bastante gente. Más de la que esperábamos».
Elisa y Abel, salmantina y gallego que trabajan en Santander, han ido a alguna de esas visitas guiadas y ayer subieron al mirador del Centro Botín. Han aprovechado unos días de vacaciones para conocer mejor la ciudad que les acoge. El viernes visitaron el Palacio de La Magdalena «y eso estaba lleno de madrileños». «Se les identifica rápido», aclaraba él. «Que no esté masificado nos permite conocerlo mejor», celebraba Abel al ver que no subía nadie al mirador. Ellos bajaron sin la foto de recuerdo. «Es normal que estemos solos, con este aire frío que sopla», entendía ella.
El Paseo de Pereda también estaba mucho más desangelado que de costumbre en un festivo. Y más en plena Semana Santa. Semivacío, al igual que sus terrazas. Algunos hosteleros no sentían que con unos 12 o 13 grados hiciera suficente frío para encender las estufas, pero era evidente que a los clientes les costaba sentarse. Las terrazas presentaban en torno a la mitad de la ocupación. «El peor día desde el jueves», confirmaba un camarero.
«El que está cerrado está perdiendo dinero, pero el que ha abierto está perdiendo todavía más dinero en el 90% de los casos», lamentaba Ángel Cuevas, presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria. «La mayoría de los que tenemos camas estamos cerrados y los que han abierto han tenido una ocupación del 10% y han perdido dinero», insistía en referencia sobre todo a los negocios de alojamiento. «Sólo ha habido un par de excepciones en los Picos de Europa y en los Valles Pasiegos, que ha subido un poco la ocupación». Según sus referencias, la presencia de posibles turistas ha sido «muy minoritaria» (y, si acaso, en segundas residencias) y «ahí están los datos de ocupación que lo demuestran, porque los pocos que habían reservado cancelaron». Por todo eso, Cuevas concluye que «los hosteleros estamos peor que en abril del año pasado».
Los datos sí que avalan lo descafeinado de estas vacacione. El día de Viernes Santo, por ejemplo, pasaron por Cabárceno 1.117 visitantes frente a los más de 8.500 de esa misma jornada pero de 2019 (la última referencia válida, porque el año pasado los españoles estábamos confinados). Y más. Al teleférico de Fuente Dé se subieron este viernes 447 personas (fueron algo más de 2.000 en 2019), mientras que sólo 98 pasaron por la estación de Alto Campoo en esa jornada.
Si esos números ya dejan clara la diferencia, los de hoy aún más. La afluencia al parque de la naturaleza fue sólo de 663 personas (frente a las más 9.500 del mismo sábado en 2019) y algo parecido ocurrió con el teleférico (634 por 2.446). El cómputo total teniendo en cuenta que los días centrales de las vacaciones de Semana Santa son los que van de jueves a sábado (incluido, porque para muchos el domingo es ya un día de regreso) es demoledor. De los 20.135 visitantes en Cabárceno a 3.281.
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