«Sabía mi nombre, me ofreció dos móviles y antes de colgar había bloqueado mi cuenta»

La víctima, que ayer relató a este periódico cómo se sucedieron los hechos, ha pedido no revelar su identidad ya que todavía se siente «acongojada». «Yo veía que algo iba mal, pero te lían de una manera que no podía colgar», explicó con el disgusto de haber caído en el engaño. «Me llamaron por mi nombre y me confié. Sabían datos de mí, como el número de terminales que había en casa. Me ofrecieron dos teléfonos nuevos gratuitos por los que solo tendría que pagar 12 euros de los portes», explica la mujer. Para proceder al envío de los dispositivos, le pidieron que facilitara un código que acababa de recibir a través de un mensaje de texto en su móvil. «Así lo hice. Y todavía seguíamos hablando cuando me llegó otro mensaje. Esta vez se trataba de un cargo realizado por la cantidad de 1.283 euros. Y le dije: ¿Qué significa esto?», continúa la víctima. «Nada, no se preocupe, que es el valor de los dispositivos, pero no se lo van a cobrar», le aseguró la voz al otro lado del teléfono. «En ese momento, mi marido intentó acceder a mis cuentas desde el ordenador, pero ya estaban bloqueadas y no fue posible».

Ese pago fue el más elevado, pero no fue el único. Después llegaron tres pagos más: de 400 euros, de 700 y cantidades más pequeñas junto a varios intentos nulos. Un pago se hizo en Perú, otro fue para una reserva de un hotel en EE UU y otro, para la compra de una tableta y de un móvil. En total, la suma asciende a 5.700 euros sustraídos de dos tarjetas, crédito y débito.

Tras poner una denuncia en la Policía, se han ido aclarando algunos de los pasos que dieron los ciberdelincuentes. Parece ser que el número que la víctima proporcionó correspondía a una clave para autorizar el cambio del código de seguridad de las tarjetas (cvv) que el estafador había solicitado, supuestamente, «desde su posición global». «Es decir -aclara la hija de una de las víctimas-, que la persona había logrado acceder a la cuenta bancaria de mi madre, pero no sabemos cómo llegó a su número de cuenta, ya que ella solo les facilitó ese código numérico que llegó a su terminal a través de un mensaje. Estamos indignados con la falta de seguridad del banco, ya que no saltó ninguna alerta con pagos en el extranjero».

De momento, en Cantabria, la Policía Nacional ha detectado al menos otro caso más, en el que la estafa se eleva a 15.000 euros. La Jefatura Superior de Policía de la región ha lanzado una alerta para evitar que estos ciberdelincuentes sigan actuando y ha mostrado su preocupación ante la facilidad con la que proceden. «Estamos tan habituados a que nos llamen las compañías telefónicas para ofrecernos productos, que es muy fácil caer y acabas dando las claves para acceder a la promoción. Tenemos que ponerle freno porque están saqueando las cuentas a las que acceden», alertan los agentes, que recuerdan que «no debemos dar nuestros datos, claves o número de cuenta nunca a nadie».

Respecto al hecho de que los estafadores conocieran el nombre de sus víctimas y tuvieran algunos datos personales, aclaran que «es muy sencillo obtener este tipo de información, hasta en una simple rifa del supermercado».

La Policía recordó, además, que en agosto se produjo otra alerta similar por ciberestafa. En aquel caso, los delincuentes se hacían pasar por técnicos de la empresa Microsoft que habían detectado vulnerabilidad o movimientos sospechosos en el ordenador de la víctima. Para 'ayudarles' a restablecer la seguridad, les hacían descargar una aplicación que permitía a los estafadores el control remoto de su computador y, con ello, el acceso directo a todas sus cuentas y claves personales.