![La nueva sala del 112 en el edificio de Cazoña está operativa desde la madrugada del lunes tras su traslado.](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2025/02/13/Imagen%20112_3-RgbRjO30tmptixlcA5fMkuJ-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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En la madrugada del lunes hicieron el traslado. El Centro de Atención de Emergencias pasó del edificio alquilado en Nueva Montaña a uno propiedad del ... Gobierno en Cazoña, donde ya estaban desde hace meses los servicios complementarios del 112. Quedaba la sala, lo más delicado. De hecho, por unas horas, las de los dos edificios funcionaron a la vez hasta que la nueva estuvo plenamente operativa. El teléfono de emergencias no puede 'apagarse'. Para hacerse una idea, un dato. En 2024 se recibieron 274.603 llamadas, 750 al día. Lo dio la consejera Isabel Urrutia, que hizo balance aprovechando una visita para dar por inaugurada la nueva sede. Casi la mitad de los avisos respondieron a situaciones de emergencia (393 llamadas diarias). Supuso un descenso del 1,31%, aunque los casos que requirieron la participación del Equipo de Intervención de Protección Civil (el que cuenta, entre otras cosas, con el helicóptero) aumentaron un 15,14%. Julio y agosto concentran la etapa de más llamadas en la sala.
La comparación de los datos globales de llamadas se hace con 2022 porque en 2023 una serie de cambios en los sistemas Android dispararon las 'llamadas vacías' y distorsionaron la estadística 'gruesa'. Así, el año pasado hubo un 0,69% menos de llamadas que el último año 'normal'. Precisamente esas comunicaciones vacías y también las 'maliciosas' –más allá de la distorsión de 2023– dejaron un dato llamativo, con un crecimiento de más del 20%. Está la típica del que llama sin querer por las facilidades que da el teléfono, pero también el que llama porque quiere hacer una gracia. En este sentido, la tendencia a usar el teléfono de emergencias para hacer bromas ha caído en picado en los últimos años, pero repuntó en 2024. De 4.522 a 4.838 contactos. Si bien no han supuesto un problema, «la atención de una llamada de este tipo puede quitar la atención de otra». Y, ojo, porque el autor está perfectamente localizado. «Igual se puede empezar a dar algún susto», dijo Urrutia.
El volumen total de comunicaciones se tradujo en la gestión de 79.064 situaciones de emergencia (216 diarias). Las cifras varían poco. Un 1,18% menos que en 2023 y un 0,77% más que en 2022. Estable, en la práctica. Y esa misma línea de estabilidad se palpa en las actuaciones de los bomberos del Gobierno.
No tanto en el Equipo de Intervención de Protección Civil. Fueron 327 intervenciones, de las que 208 estuvieron destinadas a la atención de emergencias (7,77% más). Pese a que la primera parte del verano fue lluvioso, tuvieron más trabajo: 64 rescates en mar, costa y playa, 70 de montaña, 21 en otras zonas, 11 apoyos en extinción de incendios, 9 en búsquedas de personas, 7 en accidentes de tráfico, 5 rescates de animales, 2 de espelisocorro... «Por desgracia en este cómputo, 18 casos tuvieron el peor de los finales». Siete muertos en la montaña y once en la costa.
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Ana del Castillo
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