Manuel Borbolla
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Manuel Borbolla
Nunca han tenido tantos visitantes los ríos a estas alturas del año. Los pescadores llevan toda la semana asomándose a las riberas para ver si llegan los salmones. Las lluvias han permitido a la Consejería de Pesca reabrir la veda que había suspendido temporalmente desde ... el 27 de abril en los tramos bajos de los ríos Pas, Asón, Deva y Nansa debido al escaso caudal que presentaban. Así que 2023 no acabará sin su 'campanu'. «Saldrá el primer día», afirma rotundo Manuel Borbolla, presidente de la Sociedad Cántabra de Fomento de Caza y Pesca.
-¿Recuerda algo parecido a esta inusual situación?
-No. Ha sido una temporada muy atípica. Los caudales de los ríos en abril estaban bajísimos, era imposible practicar la pesca. Nuestra idea, desde un principio, siempre fue la de proteger al salmón. Parar fue la más coherente de las decisiones. Parecía el mundo al revés. La Administración decidió dejar algunas zonas abiertas y nosotros queríamos que las suspendiese temporalmente en todas hasta que los niveles de agua se recuperasen.
-¿Qué buscaban?
-Proteger a los esguines -los juveniles del salmón-. Estos peces aguantan un año en el río y luego se van al mar. Es la fase donde están más desprotegidos porque les atacan cormoranes, garzas y hasta las lubinas cuando lleguen a las desembocaduras. La semana que se decretó la suspensión temporal hicimos 1.800 rescates de alevines de salmón y trucha (la Sociedad de Fomento de Caza y Pesca participó junto al Gobierno en el dispositivo). No tenía sentido coger esos peces, desplazarlos a otra zona del río, que se adaptasen, dejarlos expuestos y seguir pescando.
-¿Cómo afecta la falta de agua al salmón?
-Pues que no entra al río. Son matemáticas puras. Si tienes en un pozo 50 metros cúbicos de agua, caben veinte peces; si tienes un metro cúbico, sólo caben dos.
-¿Cómo están ahora los ríos?
-Perfectamente. Da gusto verlos. Si tuviésemos el Pas así siempre, sería terrible. Este río daría 400 salmones con este caudal de agua.
-Mójese. ¿Cuándo saldrá el 'campanu'?
-El primer día que se reabra la veda (hoy). Estoy convencido de que se pescarán tres o cuatro salmones durante todo el fin de semana en Cantabria. El Pas dará uno o más y el Asón y el Deva, al menos uno cada uno. Después ya veremos, todo irá en función de los niveles. Si sigue lloviendo, los salmones seguirán entrando.
-Se le ve ilusionado y muy optimista.
-Es que ver los ríos así, da alegría. Estábamos pescando en abril con el río en unas condiciones típicas de finales de julio, casi de cuando se cierra la temporada. Ahora es como si comenzásemos la campaña de cero. La gente tiene mucha ilusión, ve los ríos llenos de agua y acude a las riberas estos días para echar un ojo antes de la apertura. Parece la M-30 de Madrid en hora punta.
-¿Cree que la temporada se cerrará sin más incidentes?
-Dependerá de lo que llueva a partir de ahora. De momento, tenemos un poco de tranquilidad. Dan agua para el fin de semana. Si sigue lloviendo como hasta ahora, no habrá problemas.
-En Asturias no han tenido que parar, ¿por qué?
-Allí los ríos, al tener la Cordillera y los Picos de Europa cerca, se benefician de la nieve, que es la que regula mejor el caudal. Los de aquí, en cambio, se llenan principalmente de la lluvia. Además, se han canalizado muchos tramos para evitar inundaciones y, claro, el agua baja de manera más rápida y fácil, evacúa mucho primero.
-Aun así, la temporada allí tampoco está siendo buena.
-Llevan seis u ocho salmones, pero claro, también tenían problemas de sequía, no tanto como nosotros, pero al menos no tuvieron que suspender la temporada.
-¿Cómo le gustaría que concluyese?
-Mi mayor ilusión es que se agote el cupo en todas las cuencas de la región. Sería el hombre más feliz del mundo. Después del sacrificio que hacemos nosotros, nuestra Sociedad, y la Consejería, los técnicos, la Guardería, el Centro Ictiológico... quedaríamos satisfechos por el buen trabajo realizado.
-¿Por qué cada vez hay menos salmones?
-Es importante conocer el ciclo para comprenderlo. Nosotros estamos en la parte más baja del salmón atlántico. Por debajo de la Cordillera Cantábrica no quedan. El salmón nace aquí, en el río, donde permanece un año. Cuando crece hasta los 10-15 centímetros, lo abandona para hacer el largo trayecto hasta el mar del Norte. Allí se alimenta y crece. Regresa tres años después, normalmente, con 4-5 kilos de peso. A partir de abril, sin ninguna prisa, empieza a remontar el río donde nació para criar en enero, que es cuando el agua está más fresca y con más oxígeno. Lo normal es que, cumplido este ciclo, muera. Los que sobreviven, hacen otro ciclo completo. Son los que cuando se capturan pesan hasta diez kilos, pero esos son los menos.
-¿Con el cierre temporal vale o hay que hacer algo más para volver a ver los ríos llenos de salmones?
-Nosotros, en la reunión del Consejo Regional de Pesca, donde se determinó la suspensión temporal, hicimos otras peticiones.
-¿Cuáles?
-Hacer controles dejando pescar lubinas en las desembocaduras para proteger a los esguines. También pusimos sobre la mesa la presión que hay sobre los ríos. Además de los pescadores, hay más usuarios y hace falta controlarlos. Por ejemplo, habrá que vigilar el uso del agua para llenar piscinas, lavar los coches, regar las huertas... También hablamos de la necesidad de controlar infraestructuras como depuradoras, colectores, que están muy mal mantenidas. La gente, en cuanto empieza a llover, lanza todo al río. Sería importante reforzar la vigilancia.
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