«Le salía de la muñeca un río de sangre. Si no es por el torniquete, no lo cuenta»

«Le salía de la muñeca un río de sangre. Si no es por el torniquete que le hicieron los agentes, no lo cuenta». Edurne, la madre, se refiere a la intervención que realizaron los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil (Usecic) que se encontraban en la zona y que le atendieron de urgencia mientras llegaban los servicios sanitarios. Con los medios que tenían a su disposición, realizaron este torniquete que frenó la hemorragia y que evitó, según señalan los profesionales, que el chaval muriera desangrado a consecuencia de la herida.

Los hechos se produjeron en el interior de un local de ocio de la localidad. Josu se separó un momento de su grupo para ir al baño, ubicado en otra planta de la discoteca, por eso sus amigos no fueron testigos. Fue allí donde el joven intervino para defender a una chica y donde se produjo el suceso. «No sabemos si sería o no la novia del que le agredió, sólo que le llevó todo dentro de la mano: la arteria, los tendones... Todo. Y menos mal que no le seccionó el cuello», relata Edurne, que subraya que su hijo apenas puede dar detalles y aún está en shock: «Lo único que pregunta es si le van a quedar bien los dedos. Su gran ilusión era ser bombero y ahora...».

La llamada a los servicios de emergencia se produjo alrededor de las 02.50 horas y hasta casi las tres y media de la madrugada no llegó la ambulancia. Por eso los familiares de Josu, como narran en una carta de agradecimiento que han enviado a la Comandancia, insisten en que fue la acción de los guardias civiles la que le salvó la vida.

Un grupo de agentes de la Usecic se encontraba realizando labores de seguridad en la zona y se acercaron al percatarse del revuelo. Ante la gravedad de la lesión, decidieron realizar el torniquete, que frenó la hemorragia. Una maniobra «fundamental», porque hasta las cinco de la madrugada no ingresó en Valdecilla después de un periplo que se inició en el centro de salud de Meruelo. Allí le llevó inicialmente la ambulancia no medicalizada, ya que en un primer momento, a la vista de que el chico permanecía consciente, las consecuencias de la agresión no parecían tan graves.

«Es muy triste que tengas que decir a tu hijo que no se meta a defender a nadie, pero el ambiente en las calles te obliga a ello. Cuando vi el caso de Samuel en Galicia no pude evitar pensar que podría haber sido Josu», lamenta Edurne, que advierte preocupada de los casos de violencia juvenil que se vienen sucediendo en las últimas semanas en España y que también afectan a Noja.

Su hijo y sus amigos pasaron el verano pasado unos días en el camping del pueblo y el día del suceso decidieron en el último momento acercarse para disfrutar del ambiente festivo. «Es una pena que los jóvenes que sólo quieren pasarlo bien sin meterse con nadie, como lo hemos hecho todos a esa edad, ahora no estén seguros por la noche», lamenta.