Saltacaballo atasca el estudio para ampliar la A-8 entre Solares y Vizcaya

Es decir, que Fomento recupera la idea inicial de crear un túnel para ejecutar la ampliación en esta zona. Una idea que en 2018 descartó el exministro Íñigo de la Serna por la complejidad técnica. La solución alternativa que en ese momento puso sobre la mesa fue la construcción de un viaducto. «Las circunstancias geomineras dificultan encontrar una solución que sea técnicamente viable, por lo que el mejor encaje posible, aunque no sencillo, es un viaducto», dijo el exalcalde de Santander. Ahora, parece que Transportes está dando otra pensada a los planes.

Al contrario que en la A-67, para la ampliación de la Autovía del Cantábrico todavía no hay un calendario concreto. El proyecto aún no ha pasado los trámites ambientales y con los 400.000 euros que le reservan los Presupuestos del Estado de este año apenas se podrá avanzar en la redacción.

El tercer carril en la A-8 no solo sería más complejo y de más kilómetros que el de la A-67, también sustancialmente más caro. El presupuesto aquí se multiplica por cuatro hasta los 495 millones de euros según la última estimación. Para poner en funcionamiento el tercer carril será necesario levantar casi 90 nuevas estructuras. En concreto, 13 nuevos viaductos, 27 pasos superiores y 48 inferiores, una pasarela peatonal (a petición de Castro Urdiales). A ello hay que sumar 97 muros de contención sobre una orografía muy escarpada y repleta de taludes y desmontes de hasta 70 metros de altura, y la modificación de 21 entradas y salidas de la autovía.