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Llama la atención lo vacío que está el despacho de Luis Ángel Agüeros. Excepto los papeles y las carpetas encima de la mesa, minimalismo en estado puro. «Nos gusta trabajar con orden», explica su directora de gabinete. El exalcalde de Lamasón y alto funcionario del ... Gobierno tampoco ha tenido mucho tiempo para pensar en decoración de interiores. Ha comenzado la legislatura con el pie en el acelerador por culpa de la reforma fiscal y del Presupuesto autonómico. «El personal de la Consejería está muy cualificado y el traspaso de poderes ha sido modélico», insiste en destacar.
-¿Cuál es el estado de salud económico de la comunidad?
-Más o menos aceptable. Con buenas perspectivas. Yo viví también la legislatura 2011-2015 y ahora nos encontramos la región bastante mejor que entonces. En aquella ocasión los pagos a proveedores estaban muy retrasados, teníamos una lista enorme de gente pendiente de cobrar... pero se ha ido conteniendo mucho el gasto y ahora la situación es razonablemente buena.
-¿Y la situación económica del propio Gobierno?
-También está más saneada que en aquella ocasión. Mejorará si se controla el gasto con alguna de las medidas que vamos a tomar. El problema que tenemos es la incertidumbre. Bruselas ya ha dado por buenas las medidas de Pedro Sánchez de recorte en las administraciones: cobro de peajes en las autovías, cero déficit... En 2025 y 2026 se avecinan años complicados.
-¿Cuáles son esas medidas que menciona para controlar el gasto interno?
-Sobre todo, la gestión eficaz del Presupuesto. Que se ejecute realmente el dinero previsto. El año pasado, por ejemplo, se empeñaron en consignar 3 millones de euros para el consultorio rural de Polanco. Y no tenían ni los terrenos. Pues 3 millones perdidos que se podían haber utilizado en reducir las listas de espera. Nuestra idea es que lo que se presupueste se ejecute de verdad. Otro capítulo importante es contener el gasto en las empresas públicas. La contratación de personal volverá a necesitar la autorización de la Consejería de Economía, porque en algunas sociedades el gasto en personal y los litigios se han disparado.
-¿Se refiere a Cantur?
-Cantur entre otras. También en la Sociedad Regional de Cultura. Son las dos principales. Luego hay otras, como Gesvican o Sican, que da gusto con ellas. Funcionan genial con muy pocos trabajadores.
-¿Qué previsión de crecimiento manejan para Cantabria?
-Dar datos ahora es aventurado. La Airef percibe una desaceleración por el decrecimiento de Alemania, pero cualquier dato que se dé ahora es con pinzas. El Banco de España habla del 2,4%, pero otras entidades nos piden que seamos más prudentes.
-¿Cantabria ha logrado recuperarse y volver al escenario económico precovid, como anunció el anterior Gobierno?
-Sí, Cantabria ha sido una de las primeras regiones en hacerlo. Ayudaron muchísimo los fondos Next Generation. Pero claro, esos fondos europeos se acaban. Se habla de 2026 como fecha tope, aunque se están intentando prorrogar un año más.
-La gestión de los fondos europeos ha provocado mucha polémica aquí. ¿Ha perdido Cantabria mucho dinero de Bruselas por no hacer bien las cosas?
-No mucho, pero ha sido de manera asimétrica. Es decir, hay consejerías que lo han ejecutado de manera modélica y otras que no y empezamos a conocer ahora los datos reales. Uno de mis objetivos es que Economía sea la que realmente lidere la gestión de los fondos. La pasada legislatura se dejaba libertad a cada consejería y por eso se dan esas diferencias entre ellas. Nombraremos un director y un subdirector de la Oficina de Proyectos Europeos, que no había la pasada legislatura. Serán los interlocutores únicos entre todas las consejerías. Y también con todos los alcaldes, que se quejan de que nadie en el Gobierno les explica qué documentación deben presentar y cómo deben hacerlo. Será función de estas dos personas traducirles la compleja terminología europea para estos asuntos.
–¿Tiene miedo a la negociación que se avecina de la financiación autonómica? –Sí, porque va a depender de diputados cántabros en el Congreso que van a votar lo que les digan sus jefes. No entiendo que voten en contra de su región, por ejemplo, cuando protegen al lobo frente a los ganaderos de su tierra. Si te tienen que decir lo que votar, es que tú no eres de Cantabria. Y con la financiación autonómica nos jugamos muchísimo dinero. Nos parece muy injusto que se quiera primar la población sobre el gasto real de los servicios. Cantabria está ahora en una posición muy buena porque es la comunidad que más percibe por habitante, pero no se trata de un privilegio. No es lo mismo bajar a una persona en helicóptero de San Pedro del Romeral que rescatarla en Madrid. Aquí tenemos un hándicap con las dificultades del terreno, por ejemplo.
-¿Pero qué cifra exacta de fondos europeos hemos perdido? ¿Hablamos de 2 millones o de 50?
-Más que de pérdidas hablamos de que esos fondos no han llegado. Estamos recopilando la información para conocer el dato exacto. Lo sabremos la semana que viene. Por ejemplo, hay algún programa concreto que ha dejado de ingresar un millón.
-Con un Gobierno en funciones en Madrid, el presupuesto se prorrogará. ¿Cuánto perjudicará a Cantabria?
-Los gobiernos autonómicos estamos molestos porque el Estado no nos ha comunicado las entregas a cuenta (lo recaudado por los impuestos cedidos aquí en Cantabria). Otros años, incluso estando en funciones, el Ministerio nos facilita esa cantidad. Hemos tenido que calcular de manera prudente y si luego llega más, pues nos permitirá hacer más gasto.
-¿Han previsto la misma cifra que en 2023 o más?
-Lo que hemos calculado, según la evolución de la economía, es qué vamos a percibir. Este año recibimos 2.225 millones y hemos previsto 2.441, un 9% más.
-¿Y las partidas para proyectos concretos se verán afectadas?
-Al prorrogarse el Presupuesto, el dinero para el Mupac, La Pasiega y demás proyectos no se prorroga automáticamente. Con lo cual, estamos a la expectativa. Otros años ya sabríamos en esta fecha si venía dinero. Es muy complicado hacer el presupuesto así. Nosotros hemos optado por la prudencia y si luego llega más dinero, mejor.
-¿El resto de consejerías ya le han mandado sus previsiones?
-Sí, ahora las estamos cuadrando. Todas van a subir algo, ninguna se va a recortar, pero todavía estamos puliendo los números de alguna.
-¿Llegarán a tiempo para registrarlo en el Parlamento antes de noviembre, como marca la ley?
-Sí, sin duda. Calculamos aprobarlo en Consejo de Gobierno sobre el 25 de octubre. Y luego ya habrá que negociar su aprobación en el Parlamento porque estamos en minoría. Hay partidas concretas e importantes para Torrelavega, Polanco... si yo fuese el PRC me pensaría mucho votar en contra de mejoras ostensibles en los ayuntamientos que gobierna. Y, además, hay partidas continuistas de proyectos de la pasada legislatura que debemos mantener porque están comprometidas.
-¿El presupuesto, entonces, será superior al de este año?
-Sí, pero la cifra definitiva está a la espera de matizar las cuentas de alguna consejería. Aunque es más importante aún la cifra de ejecución. Esa nadie nunca la mira y por el camino se pierden siempre muchos millones. Ahí es donde nosotros queremos ajustar.
-Y también ocurre siempre que Salud y Educación se presupuestan muy por debajo del gasto real.
-Eso lo vamos a cambiar. De aquí a final de legislatura vamos a eliminar ese problema en Educación y Salud. Esas dos consejerías van a ser las niñas bonitas del Presupuesto con una subida importante, en torno a un 6%.
- Se ha bautizado a su reforma fiscal como la cuadratura del círculo. ¿Tan enrevesada es?
-No (se ríe). Está demostrado que con la rebaja de ciertos impuestos se genera economía. Por ejemplo, con el impuesto de sucesiones y donaciones, del que nadie habla, hay mucha gente que renuncia a las herencias para no pagarlo. Aquí, en Cantabria, están exentos los hijos y descendientes pero quedaban pendientes los hermanos, tíos, primos... Nosotros vamos tener un gesto con la de los hermanos, bonificando la mitad. Con eso se va a permitir, y así se ha demostrado en Madrid, que aflore un montón de economía sumergida. En la compra-venta de viviendas o de coches, por ejemplo, también se ve claramente que los tipos reducidos fomentan la economía.
-¿Pero cuantos millones menos va a ingresar el Gobierno el año que viene?
-Ninguno. La reforma del IRPF empieza a tener efecto en nuestras cuentas dos años después de aprobarse. Hasta 2026 no lo notaremos en los ingresos. La primera que tendrá efecto es la eliminación del impuesto de Patrimonio, pero será en 2025.
-Y cuando llegue ese momento, ¿cuánto dinero dejará de ingresar el Gobierno?
-De 2027 para adelante la reforma fiscal tendrá un impacto de alrededor de 90 millones, pero para entonces ya se habrá compensado con la generación económica que producirá.
-¿Cree que tendrá un efecto llamada importante entre las empresas?
-Lo que no va a tener es un efecto salida como el que tenemos ahora, que es de vergüenza. Te lo dicen los empresarios. Entre irse a Vizcaya o a Ramales, prefieren el ahorro de irse a Bilbao. Nos pasa también a nivel estatal con el impuesto a las grandes fortunas, que se marchan a Andorra. Creemos que rebajando un poco esa presión, la riqueza se queda.
-¿Y cómo financias los servicios públicos mientras tanto?
-No creemos que esos 19 millones que dejamos de ingresar por el impuesto de patrimonio, por ejemplo, sean 19 millones tirados a la basura. Se compensan con la generación de economía.
-Su rebaja fiscal no tiene muchos amigos en el Parlamento. Y necesitan aliados para aprobarla.
-Lo entiendo. No pueden posicionarse a favor de entrada porque la gente les echaría en cara no haberlo hecho los cuatro años anteriores cuando gobernaban. Pero el PRC, por ejemplo, coincide en el 80% de las medidas. No saben cómo decir que no. Están de acuerdo con la boca pequeña, acabará saliendo adelante.
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