Salud Pública no descarta más casos de variante india vinculados al brote

La alta contagiosidad mostrada por la mutación en este foco de contagio y su extrema virulencia, que ha llevado al hospital a diez de los 23 infectados, ya alertó a los técnicos de Salud Pública de que se encontraban ante algo inusual, de ahí que se procediera a su secuenciación -realizada en el servicio de Microbiología de Valdecilla, y no en Valencia, como se publicó por error-, que determinó que se trataba de la variante india del covid. Son estas características del virus las que justifican el celo con que se trata de atajar y entender este brote.

De los diez pacientes que fueron ingresados, sólo dos permanecen en el hospital, uno de ellos el que tuvo que ser atendido en la UCI, que ya ha sido trasladado a planta.

El director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, que en ocasiones ha recurrido a los símiles automovilísticos para explicar la evolución de la pandemia en Cantabria -que ha descrito como un autobús que circula a la velocidad que indica la incidencia acumulada-, volvió a utilizarlos para dar cuenta del riesgo de la variante india. «Hemos empezado yendo en tractor; luego, con la variante británica, hemos cambiado a un coche moderno. La india es como un ferrari», advirtió. «Lo que tiene esta variante es que reúne dos características que aparecen en otras: se propaga rápido, como la británica, y esquiva los anticuerpos, como la sudafricana».

La pujanza de esta variante es tal que en Inglaterra se encuentra ya presente en la mitad de los casos que se secuencian; de no ser adecuadamente controlada su propagación, tiene posibilidades de convertirse en dominante en Cantabria.

Uno de los aspectos inquietantes del brote es que ha contagiado a dos personas vacunadas y a otra que ya pasó la enfermedad, lo que podría apuntar a un escape de inmunidad. Wallmann puntualizó que uno de los vacunados había recibido una sola dosis, y el otro acababa de recibir la segunda cuando se infectó, así que no había desplegado aún todo su efecto. Los estudios del Public Health England, la agencia inglesa de salud pública, indican que Pfizer y AstraZeneca ofrecen una protección alta contra esta variante una vez administrada la pauta completa.

De la detección de esta mutación en las muestras se está encargando Jesús Rodríguez Lozano, especialista del servicio de Microbiología de Valdecilla. «La variante británica supone hoy el 95-98% de los casos; cuando aparece algo que no lo es, hay que prestarle una atención especial».

Emplea un sistema de detección rápida de variantes, que se ha ido perfeccionando incluyendo pequeñas mutaciones características -primero de la británica, después de la brasileña y la sudafricana y ahora de la india-, que permiten identificar cuándo se está ante una de ellas en un plazo de 24 horas. Posteriormente, las variantes se confirman mediante secuenciación en colaboración con Javier Freire, que pertenece a la unidad de secuenciación del servicio de Anatomía Patológica.

De la misma manera que desde Salud Pública se ha alabado el trabajo que se realiza en Microbiología, Rodríguez Lozano subrayó la importancia de la coordinación y colaboración con el departamento que dirige Wallmann. «Lo importante es el conjunto: yo puedo dar un resultado muy rápido de las variantes, pero si no hay una respuesta en la otra parte, no hacemos nada».

Esta rápida reacción es la que, en su opinión, ha ayudado a contener los brotes de las variantes brasileña y sudafricana cuando se han presentado en Cantabria. «La clave puede haber estado en la detección temprana, en controlar las puertas de entrada: cuando tienes un brote y lo detectas rápido, has de ser capaz de controlar todo eso con una serie de medidas. Si en vez de una sola puerta de entrada hay varias, en el momento en que empieza la transmisión comunitaria es difícil de frenar. Cuando empezamos a monitorizar la variante británica, detectamos un 1% de casos la primera semana; la segunda ya era el 10%. Si es una cepa que ya tiene ventajas, por sus características, tiene muchas posibilidades de triunfar».

Por su parte, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, reconoció ayer que el Gobierno está «preocupado» por este brote de la variante india, aunque aseguró que está «controlado» y «localizado» y, por tanto, confió en que «no vaya a más» y no afecte a la evolución de la pandemia en la comunidad.

Revilla detalló que, al parecer, el brote se originó tras el viaje a Polonia de un ejecutivo de una empresa de la zona oriental de Cantabria que, a su vuelta, contagió a algún compañero de trabajo y a un entorno familiar.

Pese a todo, el presidente expresó su confianza en que este foco «no vaya a más» y «no tenga mayores consecuencias» para Cantabria, que sigue siendo «una región absolutamente segura». «Lo que me dicen es que está muy controlado», insistió, añadiendo que los rastreadores están trabajando «a tope» para conseguir «cuanto antes aislar este foco».