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JOSÉ AHUMADA
Arredondo
Viernes, 7 de enero 2022, 07:04
Lo han llamado Pancho porque les recuerda al perro que salía en los anuncios de la lotería en televisión y porque, como a aquel, también le ha tocado el Gordo: este chucho pequeño, espabilado -y con bastante buen humor para el trance que acaba de ... pasar-, colgaba el miércoles, sobre la una de la tarde, de la rama de un árbol en Socueva (Arredondo), cuando un vecino se lo encontró. Si hubiese retrasado unos minutos su paseo, no lo habría contado.
«Mi marido, Gonzalo, sacó el miércoles a los perros por Socueva, y se lo encontró colgando de un árbol», relata Lourdes Machimbarrena, quien se ha hecho cargo por unos días del animal. «Estaba atado por el cuello con una cuerda de rafia a un tronco, pero le habían tirado por encima de una rama para que se ahorcase. Ni siquiera le habían hecho un nudo corredizo, así que la agonía habría sido tremenda».
Después de liberarlo, la pareja llamó al Seprona para presentar denuncia; la Guardia Civil comprobó, pasándole el lector, que Pancho no llevaba chip identificativo, así que, de momento, no se ha podido localizar a su propietario. El perrillo, de unos seis kilos de peso y unos dos años, aunque algo sucio, presenta buen aspecto físico y está castrado. Eso, junto a su comportamiento sociable, indica que no se trata de un ejemplar vagabundo.
«Hoy (por ayer) hemos vuelto a subir a Socueva, al pueblo, y hemos preguntado por ahí a la gente, pero nadie sabe. Yo creo que alguno lo conoce pero no quiere saber. Hay mucha gente que no tiene conciencia de lo que es un perro: yo he visto burradas como echar cachorros en una bolsa cerrada al río. No entiendo que alguien pueda hacer algo así: si no quieres al animal, pues lo llevas a una protectora, dices que no puedes tenerlo o que no quieres y ya está».
En casa de Lourdes y Gonzalo viven ya otros dos perrazos adoptados y no pueden hacerse cargo de Pancho, que será acogido por la Asociación Ayrecan (Acción y Reacción Animal). «Tengo que ir al Ayuntamiento para ver quién corre con los gastos de las vacunas y el chip, porque creo que en Arredondo no hay servicio de recogida de perros. Yo ayudaría económicamente, pero no puedo», dice Lourdes.
En la protectora que va a cuidar de Pancho a partir de ahora reconocen que se encuentran desbordadas. «Nos vamos a hacer cargo de él, pero necesitamos ayuda con sus gastos veterinarios. Estamos saturadas», confiesa una de sus responsables, Sheyla Ruiz, quien también ha pedido ayuda en las redes sociales para tratar de identificar «al salvaje de su dueño». Quien quiera contribuir al cuidado de Pancho puede hacerlo a través de la cuenta del BBVA: ES63-0182-1219-6102-0162-0905.
Mientras tanto, el chucho sigue en casa de Lourdes y Gonzalo, que después de bañarlo y curarle las rozaduras del cuello, le están dando todos los mimos. Ahora se le ve contento, meneando el rabo todo el tiempo y con ganas de jugar con los dos perros enormes de la familia, unos loberos de más de treinta kilos que ya han aceptado al nuevo compañero. «No sé cómo alguien puede hacer algo así -repite Lourdes-. Este perro es un amor».
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