«Estamos para salvar vidas, no para controlar el aforo»

Los 250 profesionales de salvamento y socorrismo de Cruz Roja, entre socorristas acuáticos y personal sanitario, velan por la seguridad en las playas de la región con las mismas funciones que años anteriores y sin que recaiga sobre ellos la responsabilidad de controlar el aforo de los arenales o que se mantenga la distancia de seguridad entre los ciudadanos.

«Del control de aforos se encargará personal externo al servicio contratado por las distintas Administraciones, que se situarán en los corredores de entradas y salida a las playas. El personal de Cruz Roja estará en los puestos de socorrismo preparados para salvar vidas, realizar intervenciones y curas, pero no para controlar el aforo», recuerda Pedro Díez, coordinador del servicio de salvamento en Cantabria.

Además, Díez recordó que el control de aforos «también se llevará a través de webcams que se instarán en algunos arenales» y consideró «muy importante» la contratación de personal para realizar «labor informativa a pie de playa recordando las medidas a cumplir», una labor de la que tampoco se ocuparán los socorristas.

Esta temporada, «la más atípica» a la que se enfrenta el servicio de salvamento, la organización ha adaptado sus protocolos al contexto del covid-19. Cada miembro del equipo dispone de un set con las medidas básicas de protección, que incluye varias mascarillas reutilizables y otras FP2, además de guantes, gafas de protección y geles hidroalcohólicos.

«Siempre hemos tomado medidas de protección, pero este año se han intensificado», explica la médico responsable de la unidad medicalizada situada junto a la Segunda playa de El Sardinero, Meri Vardanyan, quien recordó que están «para ayudar a quien lo necesite, pero siempre que estén aseguradas las medidas básicas de protección».

La organización subrayó que los ciudadanos deberán dirigirse a los puestos de socorrismo con la mascarilla puesta. «Si no la tiene, en ese caso, el socorrista le dotará de una, pero es prioritario tenerla puesta antes de proceder a una cura o intervención», indica el coordinador del servicio. «Es curioso que la gente vaya con mascarillas por la ciudad, pero al poner un pie en la arena se relaja, y no debemos olvidar que el coronavirus también llega a la playa», resalta.

Por su parte, la socorrista Isabel Martínez comenta que se enfrenta a su tercer año en el servicio, «con mucha precaución, ya que es importante proteger y protegerse a uno mismo; estoy muy atenta a las nuevas normativas, que van cambiando». Además, apela «a la responsabilidad de los ciudadanos para evitar las aglomeraciones».

Cruz Roja destacó que Cantabria dispone en todos los puestos de socorrismo de un balón revitalizador para insuflar oxígeno evitando el contacto directo del 'boca a boca'. Además, en Santander se ha dotado de un puesto más de socorrismo entre las playas de La Magdalena y Bikini, y en todos hay desfibrilador: «Creemos que es fundamental para salvar vidas en menos de cuatro minutos», destacó Díez.

• Temas
• Cruz Roja
• Cantabria
• Santander
• Playa de El Sardinero
• playa
• Playas de Cantabria
• Coronavirus COVID-19
• Nueva normalidad (coronavirus Covid-19)