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El actual sistema de libre elección para acceder a una residencia ha implicado también un cambio en las listas de espera. El anterior Gobierno, el bipartito PRC-PSOE, había establecido una única, pero el PPprometió cambiar de modelo para que fueran los mayores los que ... elijan «dónde quieren vivir». Ese cambio también ha provocado otro en la forma de contabilizar a los usuarios que se encuentran a la espera. La cifra oficial del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) establece que hay 124 que aún no tienen destino en ninguna de las 4.456 plazas públicas concertadas. Sin embargo, cinco residencias no han completado el cupo. Se hallan en las áreas de Torrelavega y Reinosa, donde acumulan 41 plazas vacantes. La residencia San Cándido de Santander y la San José del Asilo de Torrelavega son las que más demanda tienen.
La manera en la que se distribuyen las plazas concertadas para los mayores ha sido uno de los principales enfrentamientos en materia de servicios sociales entre el anterior y el nuevo Ejecutivo regional. El del PRC-PSOE cambió el modelo habitual. Creó una lista única. Es decir, todos los demandantes entraban en un mismo grupo y el destino no estaba ligado a su lugar de elección. Si no había plaza en un centro cercano, les podía tocar otro en un municipio diferente. Se trataba, según argumentaron, de «redistribuir» la demanda por todos los centros de la comunidad, ya que los de las áreas más pobladas, Santander y Torrelavega, tenían listas de espera mucho mayores. «Fue un golpe de Estado. La atención centrada en las personas comienza porque puedan elegir donde quieren vivir. Siempre se había hecho así, pero entre febrero de 2020 y octubre de 2023 no ocurrió», afirma Gema de la Concha, directora de San Cándido y presidenta de Lares, la patronal de la dependencia.
5 residencias
con plazas concertadas de las 66 que hay en la región acumulan vacantes.
De las 4.456 plazas concertadas que tiene actualmente el Gobierno regional, 2.289 se encuentra en el área de Santander, 609 en el de Laredo, 294 en el de Reinosa y 1.264 en el de Torrelavega. En todas hay personas esperando para poder entrar. Concretamente, 86 en Santander, 14 en Laredo, 1 en Reinosa y 23 en Torrelavega. Eso sucede porque ahora un usuario puede volver a elegir en qué centro concreto quiere ingresar. Si no hay plaza, no le queda más remedio que esperar en caso de que no quiera cambiar su elección. Desde el Ejecutivo subrayan que «ahora no se les expulsa de la lista, como sucedía antes». Ahora, recalcan, «pueden ejercer su derecho de libre elección».
Como es lógico, son los centros de las áreas urbanas más pobladas las que mayor número de solicitudes acumulan. En Santander, por este orden, las mayores listas de espera se concentran en la Residencia San Cándido, La Caridad y en el Centro de Atención a la Dependencia (CAD). En el entorno de Torrelavega, en cambio, son la Residencia San José que gestiona la Fundación Asilo de Torrelavega y la Residencia para Mayores Ballesol del municipio de San Felices de Buelna.
A pesar de que hay 124 personas a la espera de una plaza concertada, hay cinco centros que disponen de 41 vacantes: 16 plazas en el entorno del área de Reinosa y 25 en el de Torrelavega. «A nosotros este cambio, que celebramos, no nos afecta. Siempre hemos tenido lista de espera para acceder a San Cándido, pero ¿por qué hay residencias que tienen plazas libres?», se pregunta la presidenta de Lares. «Puede haber muchos factores: que haya sobredimensión del número de plazas en algunas zonas, que haya centros menos atractivos donde quizás la calidad baje un poco...», reflexiona De la Concha.
«Algunas personas dependientes eran obligadas a aceptar plazas en determinadas residencias alejadas de su entorno habitual o bien pasaban al denominado 'limbo de la dependencia', al ser expulsadas del sistema. Tenían el grado de dependencia pero sin prestación o servicio», argumenta el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass). «Esto ya no ocurre actualmente pues las personas en lista de espera permanecen en el Sistema de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD)», recalca.
Mientras esperan a que corra la lista en el centro elegido, insisten desde el Icass, los usuarios pueden optar por otro, pueden permanecer en sus casas o en la de familiares o pueden solicitar plaza en una residencia privada y acogerse a la conocida como 'prestación vinculada'. Se trata de una ayuda al pago de un servicio cuando este no puede ser prestado por el Sistema Público de Servicios Sociales. Según recoge el Icass en su web, hay tres cuantías diferentes: 300 euros mensuales para el grado I de dependencia, 426,12 euros para el grado II y 715,07 para el grado III.
La escasez de plazas en las residencias de Cantabria ha obligado este año a suspender, al menos de manera oficial, la campaña 'Ningún mayor solo en Navidad', que daba a las personas mayores sin familia la oportunidad de pasar las fiestas –comer y dormir– durante el periodo navideño en centros de mayores . Eso sí, algunos grupos, como explica Rubén Otero, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), lo harán a título personal y con algunos cambios. «Nosotros, por ejemplo, ofertaremos en nuestros cinco centros que puedan venir con nosotros para cenar durante las principales fiestas aunque no podamos ofrecerles alojamiento», recalca el también gerente del grupo Calidad en Dependencia».
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