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Calienta motores la gran cita opositora que reducirá de forma drástica la tasa de interinidad dentro de la plantilla del Servicio Cántabro de Salud (SCS).Siguiendo las directrices del Ministerio de Sanidad, el objetivo es bajarla como mínimo a una cuarta parte de la actual ( ... del 32% al 8%). «La idea es sacarla cuanto antes», subraya en declaraciones a este periódico el nuevo gerente delSCS, Luis Carretero, sabedor de las miles de personas que aguardan con expectación el arranque de esta primera fase de la OPE (oferta pública de empleo) de estabilización, en la que el acceso a una plaza fija lo marcará el cúmulo de méritos, servicios prestados y antigüedad. Esto es, sin necesidad de pasar por un examen, que sí tendrán que realizar los que opten a la segunda ronda, la del concurso-oposición, cuya fecha tope de resolución será diciembre de 2024.
Pendientes de esta oportunidad que se decidirá por los méritos, que ya se ha desarrollado en el ámbito educativo (con polémica incluida por el resultado, al ser mayor la estabilidad entre profesores procedentes de otras comunidades que entre los que ya trabajaban en Cantabria), están alrededor de 7.700 profesionales de 74 categorías diferentes. Desde médicos de todas las especialidades a enfermeros pasando por celadores, auxiliares administrativos o técnicos de laboratorio. Todos pugnarán por dejar de ser interinos, por encontrar la tranquilidad de un futuro estable, sujeto a un destino (ya sea en Atención Primaria o en el ámbito hospitalario) donde la única movilidad posible sea la voluntaria, vía concurso de traslados. «Estamos revisando el programa informático que se va a utilizar para hacer la baremación y confiamos en abrir el plazo en pocas semanas. En principio, si no surge ningún contratiempo, esperamos que sea este mes de septiembre», señala Carretero, que ya ha escuchado la petición de las organizaciones sindicales de agilizar este macroproceso en el que 2.500 profesionales pasarán de ser interinos a ocupar un puesto fijo dentro del SCS.
Una vez abierto el plazo, los aspirantes tendrán diez días para aportar sus méritos y, «al comprobarse por medios electrónicos, intentaremos que la resolución sea rápida, para antes de finales de noviembre», añade el gerente. «Será un hito muy importante para la sanidad cántabra, dado que afectará a un gran volumen de profesionales, y esa estabilidad laboral será clave para que no se vayan», destaca Carretero. Su predecesor en el cargo, Rafael Sotoca, cifró en su día las solicitudes recibidas en más de 26.000, aunque sin especificar las presentadas por partida doble, dando por hecho que habrá quien intentará presentarse al concurso-oposición si no saca plaza por la vía de los méritos, y también quien habrá tramitado la solicitud desde fuera de Cantabria aunque, para cuando se ejecute la OPE, puede haber desechado la opción de presentarse porque ha conseguido plaza en otro destino. Al tratarse de una convocatoria nacional, los aspirantes pueden presentarse simultáneamente en distintas autonomías.
En paralelo, el Servicio Cántabro de Salud tiene por delante aún las ofertas públicas de empleo correspondientes a 2019, 2020 y 2021, que abarcarán 536 plazas. Estos exámenes se convocarán después de resolverse el proceso de estabilización, puesto que habrá que actualizar la relación de vacantes. Los que sí se han realizado ya este año son los de la oferta de 2018, dirigida a técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, de función administrativa y celadores, con 243 plazas en juego.
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