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JOSÉ AHUMADA
Sábado, 27 de agosto 2022, 07:40
El envejecimiento de la población, el covid y las consecuencias de la ola de calor que ha afectado a la región durante el verano son, por este orden, las causas a las que Sanidad atribuye el gran incremento de muertes que ha registrado Cantabria durante este año ... . Según los últimos datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III, en Cantabria se han producido, hasta el 23 de agosto, 4.623 fallecimientos, que según sus cálculos son 758 más de los esperados, lo que supone un 19,6% sobre la cifra estimada. Ese porcentaje prácticamente duplica la media del país, que en su conjunto tuvo un exceso de 29.533 muertes, un 10% más de las previsibles.
El caso cántabro es bastante singular, ya que ninguna comunidad del entorno alcanza esos porcentajes de exceso sobre las muertes esperables: en Asturias es del 11%, como en el País Vasco; en Castilla y León sube hasta el 16%, y en Galicia baja al 10,9%. En Madrid es del 7%.
758es el exceso de muertes estimado por el Instituto de Salud Carlos III durante este año
19,6%es el aumento de fallecimientos –el total suma 4.623–, respecto a los esperables, 3.865
El director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, explicó que si, normalmente, se producen más muertes durante el primer trimestre del año -relacionadas con los rigores del invierno y la temporada de gripe-, en 2022 se han seguido produciendo a un nivel elevado en los meses siguientes, con un pico en julio «que coincide con la ola de calor».
Indicó también que al analizar las causas de las defunciones se observa un incremento de las provocadas por enfermedad respiratoria, que estaría justificado por el covid, que tantas vidas se ha cobrado, sobre todo al comienzo del año. En cambio, en otras de las principales causas de muerte más habituales, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, no se han producido variaciones notables. «No hay un incremento en números absolutos: en los que vamos de año, estamos dentro de la media histórica».
Por otro lado, dijo que los técnicos de Salud Pública han advertido «un cambio en el perfil de los casos en cuanto a la edad: la mortalidad está afectando a los grupos de edades más altas, por encima de los 90 años, quizás debido al envejecimiento de la población de Cantabria». Por contra, subrayó, en franjas de edad jóvenes y medias -de 15 a 79 años- no hay diferencias respecto a otros años.
Lo cierto es que el informe MoMo, como se refleja en la tabla reproducida en esta página, atribuye 73 de las muertes registradas en Cantabria a la temperatura, pero más bien al frío: solo computa una por ese motivo entre mayo y agosto, y precisamente en julio, un mes con un exceso de 215 óbitos, superior al de cualquier otro.
¿Puede ser la respuesta el envejecimiento de la población? Sería difícil imaginar un envejecimiento repentino durante este año, y más aún durante ese mes. «El envejecimiento no justifica un aumento así -sostiene el catedrático de Salud Pública de la Universidad de Cantabria (UC) Javier Llorca-; puede explicar que exista una tendencia, pero no un aumento tan brusco».
«Mi impresión es que la mayor parte del exceso de mortalidad se debe a covid 19 no diagnosticado. En todos los países occidentales ha habido un exceso de muertes no diagnosticadas a lo largo de la pandemia, y España ha destacado entre los que han sufrido más mortalidad no declarada como covid».
A su juicio, «ha sido un gran error el haber pasado a la idea de que el covid es una cosa banal; que debemos convivir con ello, por supuesto, pero no creo que sea nada banal. Por ejemplo, un señor con una cardiopatía isquémica se contagia de covid y se le descompensa, y cuando se le atiende se ve esa descompensación, aunque la ha causado el covid: si antes no sucedía eso debe de haber una causa distinta de su enfermedad».
Otro informe del Instituto de Salud Carlos III, sobre la situación del covid, indica que desde el 28 de marzo hasta el 23 de agosto han fallecido en Cantabria 166 personas por covid, un periodo de tiempo en que se produjo un exceso de 465 muertes en la región.
¿Puede haber influido la 'resaca' del covid, traducida en desatención médica? En los servicios de Urgencias se han incrementado los casos atendidos que responden al perfil de una persona mayor con enfermedades crónicas descompensadas.
«Podría haber un exceso por enfermedades crónicas no atendidas, pero no creo que sea un valor importante -opina Llorca-: si en 2020, en plena pandemia, no se diagnosticó a tiempo un cáncer, puede esperarse que el paciente muera al cabo de unos años, pero no en dos. Me parece demasiado pronto para ver ese efecto y de manera tan concentrada».
Esa es, en cambio, una de las posibilidades que maneja David Cantarero, profesor titular en la UC y responsable del Grupo I+D en Economía de Salud del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (Idival). «La primera de las hipótesis puede ser la relativa a que parte de estos fallecimientos extra se deban a desajustes entre oferta y demanda sanitaria. Es decir, patologías que han continuado su evolución o la han exacerbado debido a retrasos o demoras en citas/consultas, etc., y ello haya supuesto complicaciones. Es obvio que nuestro sistema sanitario sigue estando tensionado por los efectos de la covid 19 que aún se arrastran, así como la necesidad de mayores recursos financieros. Eso puede traducirse en que aún falte por igualarse el seguimiento ideal de muchos pacientes tal como se hacía antes de la pandemia, además del propio retraso en los diagnósticos, siendo esto achacable al propio efecto covid que ha provocado que nuestro sistema aún precise mayor 'velocidad de crucero', como sucedía antes de la pandemia».
Cantarero coincide con Llorca en que ni ese factor ni los calores del verano en Cantabria pueden explicar un julio con tantos muertos, un fenómeno que califica como «preocupante».
«Se necesita un trabajo concienzudo y prolijo para así investigar especialmente lo sucedido con este incremento de muertes en lo que va de año, mucho mayor que en la media de España, dado que solo con los datos públicos disponibles es muy difícil delimitar todas las causas ahora mismo. En otras palabras, el exceso de mortalidad del sistema de vigilancia del MoMo pone el foco en que ya no es cuestión de un dato puntual sino que es una tendencia que se consolida y que además hace que tengamos que fijarnos especialmente en el exceso de muertes en mayores de 85 años en estas últimas fechas por su subida (recordemos que la esperanza de vida media en Cantabria de las mujeres es de 86,5 años, mayor que la de los hombres, que es de 80,75 años). Por tanto, ante todo este tipo de análisis hay que tener en cuenta la prudencia, tabular y consolidar datos y continuar estudiando la serie y causas para entender qué está sucediendo y por qué. Se precisan pues más investigaciones e inversiones en la prevención de fenómenos como este exceso de muertes».
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