Sanidad afronta «una semana intensa» con los traslados de más de 800 profesionales

U total de 474 profesionales, según la resolución publicada por Sanidad en el BOC, ya tienen destino adjudicado, mientras que casi 250 se han quedado fuera de este gran movimiento voluntario de personal que ofertaba 668 plazas –parte de ellas (194) no han registrado ninguna solicitud–. Así, se pone en marcha un baile masivo de puestos casi instantáneo (en menos de una semana, el grueso debe estar recolocado).

En algunos casos ese personal se establece donde ya estaba trabajando, pero también puede ocurrir (y es la opción más frecuente) que con el traslado aceptado desplacen a otros compañeros que ocupaban esa plaza de forma interina. Así que, por poner un ejemplo práctico, puede haber pacientes que a lo largo de esta semana se despidan de su médico de familia o su enfermera de referencia en Atención Primaria porque han pedido un traslado o se tienen que mover porque otro compañero ha solicitado y ganado por puntuación su plaza. Estos profesionales tienen tres días hábiles de plazo para cesar tras la publicación de la lista en el BOC (ayer) e incorporarse a su nuevo puesto, salvo que procedan de otra comunidad autónoma, en cuyo caso cuentan con un mes para hacer esa 'mudanza'.

«Es un escenario de gran movilidad, que se va a notar sobre todo en Atención Primaria, por ser el ámbito en el que hay un contacto más estrecho con los pacientes», admite el gerente del SCS, Rafael Sotoca. En concreto, en la red de centros de salud, este ajuste afecta a 36 médicos de familia y 12 pediatras, que son los que se han acogido al traslado, pero en paralelo hay que añadir los 'movilizados' de forma forzosa de los puestos a los que se incorporan. En los hospitales, son más de medio centenar los facultativos especialistas con cambio efectivo de destino. A ellos se suman, más de 160 enfermeras, 55 administrativos y otros tantos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería de todo el SCS, por citar algunas de las categorías con más volumen de traslados. Pero también hay movimientos protagonizados por celadores, técnicos de Anatomía Patológica, fisioterapeutas, informáticos, trabajadores sociales... Se trata del concurso de traslados de mayor envergadura de los últimos cinco años. Fue más numeroso el de 2018, con una oferta de más de 900 plazas, aunque aquel no abarcaba tantas categorías como el actual.

Según Sotoca, «este procedimiento ha permitido captar a 29 facultativos de otras comunidades (casi siempre de las limítrofes), de ellos cinco de Medicina de Familia». Y puesto que el concurso sólo es para incorporaciones, no pierde efectivos. Otra cosa será lo que ocurra cuando la convocatoria parta de servicios de salud distintos, ya que puede haber profesionales trabajando en Cantabria que decidan volver a sus comunidades.

Esta vuelta a sus plazas de origen es la salida que les queda a quienes hayan optado al traslado para afianzar su puesto y han salido perdiendo porque otro solicitante le ha ganado por puntos. Pongamos como ejemplo, un otorrino que aspira a quedarse en Valdecilla (donde estaba de forma provisional), pero un compañero de Sierrallana le supera en puntuación y se hace con el puesto. El segundo libera una plaza en Torrelavega, que será ocupada de forma interina, y el primero se verá obligado a volver a la plaza que sacó en oposición.

«Esta será una de las últimas veces que veamos un traslado tan masivo, porque vamos hacia un modelo de estabilización casi total», con una interinidad «del 2% al 5%», que es el reto que se busca con las macro-oposiciones en ciernes, que se resolverán en 2024. El gerente del SCS, Rafael Sotoca, explica que, a partir de ahora, la propuesta que se ha llevado a la mesa sectorial es establecer «un concurso de traslados abierto y permanente, un formato diferente que consiste en abrir una lista de aspirantes, a la que se puede acceder en cualquier momento (si se aprueba, se estrenaría en marzo), especificando las preferencias, y desde la Administración se ofertarán dos veces al año las vacantes que vayan quedando». De esta forma, los traslados se irán haciendo «de una forma más sutil y automatizada», dejando a un lado el sistema utilizado hasta ahora, «arbitrario, sujeto a la aprobación de las comisiones de servicio, a criterio del gerente, que no es la forma ideal».