Sanidad amplía la reproducción asistida hasta los 43 años y a madres con un hijo

Hasta ahora, los 40 años era el tope que admitía el equipo de Valdecilla para empezar el estudio del caso y abrir la posibilidad de una técnica de reproducción asistida. Si esa investigación ya estaba iniciada a esa edad, lo que implicaba que la mujer ya era paciente de la unidad, el último tratamiento in vitro se realizaba antes de los 42 años. Nunca por encima de esa edad. Y es ahí donde se aplicará el primer cambio en la flexibilización del acceso, «en línea con el modelo que se ha implantado en Madrid», apunta.

«Esta es la novedad que tiene más impacto a nivel social», principalmente porque las mujeres que quedaban fuera de la cobertura pública ya solo podían recurrir a la vía privada, lo que implica un desembolso estimado de 12.000 euros por tratamiento, funcione o no. De ahí las palabras del consejero de Salud, César Pascual, cuando confirmó esta actualización de los criterios en su proyecto de legislatura: «Tener un hijo no puede ser un lujo». Y menos aún –dijo– «con la tasa de natalidad que tiene Cantabria», que cae en picado desde hace más de una década, por más que la primera mitad de 2024 haya dejado un balance algo más alentador, con un aumento cercano al 7%, frente al 0,3% de media nacional.

No obstante, Serrano deja claro también que «es importante trasladar a las mujeres el mensaje de que esta ampliación de la edad de acceso no implica que se pueda retrasar aún más la maternidad porque ahora se financia el tratamiento hasta más tarde, eso es un error. Hay que insistir en que por encima de los 40 años los resultados son malos». Es decir, que aunque el sistema sanitario ponga a disposición de las pacientes todos los avances tecnológicos, el reloj biológico sigue su curso exactamente igual –la fertilidad se reduce significativamente a partir de los 35 años–, por lo que a más edad, menos probabilidad de conseguir un embarazo y más riesgo de complicaciones si la fecundación prospera.

Esta ampliación de la cartera de servicios de Valdecilla, incluida dentro de la campaña electoral del PP, no se refiere únicamente a la edad de las pacientes, sino que se introducen otros dos cambios de calado. De un lado, se abre la puerta a los tratamientos de reproducción asistida a las mujeres que ya tengan un hijo sano previo. Hasta ahora tener descendencia, aunque fuera de una relación anterior, era un requisito de exclusión en la sanidad pública. Ese impedimento desaparece. Y por otra parte, se amplía de tres a cuatro el límite máximo de ciclos de tratamiento de fecundación in vitro, tanto de gametos propios como donados. Podrá haber hasta cuatro intentos con estimulación ovárica o con recepción de ovocitos donados. El año pasado, la Unidad de Reproducción Asistida de Valdecilla atendió a 522 mujeres, de las cuales 66 fueron remitidas a los dos centros concertados por el SCS, ambos ubicados en Bilbao (IVI y Ginemed), para técnicas más específicas, como la ovodonación.

📲 Sigue el canal de El Diario Montañés en WhatsApp para no perderte las noticias más destacadas.