Sanidad asegura que «no se cerrará ningún centro de salud ni SUAP durante el verano»

No obstante, precisa que, tal y como pintaba el verano (mal), «estamos aceptablemente bien, mucho mejor que en otros sitios, ya que no tendremos que cerrar ningún consultorio completamente, sino en situaciones muy concretas y de forma temporal». Algo que no pueden decir otras comunidades. Sin ir más lejos, en el vecino País Vasco se ha anunciado ya el cierre de 23 ambulatorios de Vizcaya, más el recorte de horario de atención de otros 36 y cinco que sólo dispondrán de servicio de enfermería. Todo ello fruto de una falta de facultativos que «se agrava cada año». Cebrecos reconoce que «cada vez resulta más difícil conseguir médicos para cubrir las ausencias por vacaciones del periodo estival y los refuerzos destinados a las zonas más turísticas», una circunstancia que ahora se extiende también al ámbito de la enfermería, hasta el punto de convertirse en «el principal problema que tenemos en estos momentos: la falta de enfermeras», que afecta de lleno también a los hospitales comarcales de Laredo y Sierrallana (Torrelavega). También ahí «tendremos que aplicar la autocobertura», asumiendo el trabajo de los compañeros que faltan, «pero compensándolo económicamente, igual que se hace con los médicos».

En esa vorágine organizativa del verano se ha salvado -asegura el director médico- el otro gran problema que amenazaba a la Atención Primaria, que era la cobertura de los Servicios de Urgencias (SUAP), que llevó a los profesionales a protagonizar una huelga la semana previa a las elecciones del 28M para exigir a Sanidad soluciones a la falta de personal que comprometía sus propios descansos. En este sentido, Cebrecos dice que «ya se ha autorizado el plan de vacaciones de los SUAP. Afortunadamente, hemos conseguido cubrir todo el mes de julio y la semana que viene quedará organizado también agosto. Vamos bien». En concreto, se han contratado médicos de refuerzo en los SUAP de Covadonga (Torrelavega), San Vicente, Meruelo, Solares, Santoña, El Astillero y Suances -la mayoría recién salidos del MIR-; y siete enfermeras para fines de semana y festivos en los cuatro primeros y en Los Corrales, Reinosa y Liébana.

En la planificación de este verano han entrado en juego dos factores nuevos. De un lado, la desaparición de los contratos de continuidad, tras el acuerdo de fin de huelga del pasado noviembre, que era la fórmula que permitía mover a un profesional sustituto de un centro a otro en función de las necesidades. «Ya no tenemos ese comodín, porque ese tipo de contrato desapareció», subraya Cebrecos -lo acordado fue asignar al personal nuevo a equipos o SUAP concretos para darles estabilidad-. Y de otro lado, las peonadas de la absorción de la demanda (consultas extra por las tardes) -que tampoco existían otros veranos- «nos van a desahogar bastante».