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La obligatoriedad del uso de la mascarilla también en exteriores que el Gobierno de España acordó el miércoles con las comunidades autónomas es el mínimo común para todos los territorios. La Conferencia de Presidentes renunció a introducir restricciones más duras de forma consensuada, pero ... eso no implica que cada región no pueda implementarlas por sí sola. Eso es, precisamente, lo que hará Cantabria a partir del martes. El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha anunciado que, «ante la gravedad de la situación», el Ejecutivo adelantará al lunes la publicación del semáforo covid. Eso, y que en la nueva valoración, el conjunto de la comunidad estará ya en nivel 3 por el aumento de la presión hospitalaria. La consecuencia directa es que una parte importante de los municipios también alcanzarán ya ese nivel de riesgo y, por tanto, se endurecerán las restricciones. La más llamativa, el cierre del ocio nocturno en aquellos que se encuentren en este nivel en plenas fiestas navideñas. Adiós a los cotillones de Nochevieja y a las celebraciones masivas.
A falta de conocer el nuevo mapa de restricciones -las medidas no se aplican de forma general, sino por ayuntamientos-, lo previsible es que muchas de las localidades que están ahora en nivel 2 den un paso adelante. En este grupo están, por ejemplo, Santander, Torrelavega, Camargo, Castro Urdiales, Laredo, Piélagos, Santa Cruz de Bezana. Los de mayor tamaño y también los que concentran el grueso de la actividad festiva por la noche.
La recomendación general para reducir el riesgo de contagios, mucho más con la variante Ómicron que aparentemente presenta una mayor capacidad de expansión, es evitar los lugares masificados. Aglomeraciones como las que, en estas fechas, se suelen dar en las cabalgatas de los Reyes Magos y en las carreras populares de los últimos días del año. La Consejería de Sanidad se inclina -de momento habla de recomendaciones- por permitir la celebración de cabalgatas, pero «con medidas de seguridad adecuadas y la obligación de que el organizador se responsabilice de que se van a cumplir». En este sentido, Cantabria indicará a las localidades que no sean itinerantes, sino estáticas, con circuitos de visita preestablecidos y la entrada no conjunta de grupos de no convivientes.
En el caso de las San Silvestres, que Santander ya ha comunicado que suspenderá, la idea es avanzar en la misma línea. ¿Sanidad las cancelará? En teoría no. Obligará a que se organicen evitando aglomeraciones y solo «si no se pueden organizar de esta forma, no se podrán celebrar». En la práctica, es previsible que esto último sea lo que ocurra con la mayoría de pruebas de este tipo.
Esa no es la única medida que aparece en la hoja de ruta que se aprobó a principios de mes ante la previsión de que la sexta ola volviera a comprometer a los servicios sanitarios. Así, la apertura del interior de la hostelería estará limitada a un aforo del 75%, con seis personas por mesa y diez en la terraza. Además, el aforo en el comercio minorista será de un tercio y los monumentos y equipamientos culturales quedan al 50%, con un máximo de seis personas por grupo, mientras que los espectáculos culturales estarán también al 75%. El nivel 3 también exige un tercio de aforo en funerales e instalaciones deportivas y en los eventos deportivos el público (no más del 75%) tiene que estar sentado.
¿Estas medidas del semáforo requieren el visto bueno de la Justicia? Pues no, porque en ningún caso, según entienden los servicios jurídicos del Gobierno de Cantabria, afectan a las libertades fundamentales de los ciudadanos. Lo que sí podría ocurrir es que algún sector afectado pida amparo al Tribunal Superior de Justicia y reclame medidas cautelares. No sería la primera vez. Rodríguez entiende que no sería lógico. Ya no solo desde un punto de vista sanitario, también porque esta hoja de ruta está establecida desde el 3 de diciembre y hasta ahora no la ha recurrido nadie.
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Ana Gil Zaratiegui
«El número de ingresos diarios supera el número de altas. Estamos acumulando todos los días enfermos en los hospitales y de seguir así acabaremos convirtiendo los hospitales en centros monográficos para el covid», ha apuntado Rodríguez, que según los datos que maneja la Consejería de Sanidad, la previsión es de incremento de la presión hospitalaria. A día de hoy, las UCI están ocupadas por pacientes covid al 17%. «Aunque el porcentaje sea pequeño, no podemos dedicarnos sólo al coronavirus, porque la gente, por desgracia, sigue teniendo otras enfermedades que requieren ingresos», ha recordado.
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