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Daniel Martínez
Santander
Lunes, 19 de octubre 2020, 07:04
Nunca antes el Gobierno de Cantabria había tenido que elaborar un Presupuesto para hacer frente a una pandemia, pero tampoco en el pasado había contado con recursos económicos como los que dispondrá a lo largo de 2021. Las cuentas regionales para el próximo año ... crecen respecto al ejercicio actual, vuelven a ser de récord y sobrepasan por primera vez en la historia de la autonomía los 3.000 millones de euros. En concreto, el montante definitivo que sumarán las nueve consejerías ascenderá hasta los 3.044 millones, lo que supone un repunte del 5,5%respecto al documento que se aprobó hace un año.
Sin subidas de impuestos a la vista y con un crecimiento de la economía importante, pero no lo suficientemente vigoroso como para compensar todo el Producto Interior Bruto perdido por el confinamiento, la subida de la inversión sólo será posible gracias a la inyección de recursos del Estado. Si el vicepresidente Pablo Zuloaga había adelantado tras la reunión del Consejo de Política Económica y Fiscal de la ministra de Hacienda con las comunidades autónomas que el Presupuesto ganaría alrededor de 130 millones de euros, los últimos cálculos del Gobierno elevan esa cifra hasta los 160, la misma variación que tendrán las entregas a cuenta –la aportación directa de Madrid– que ha avanzado a Cantabria el departamento que dirige María Jesús Montero.
De ese dinero adicional, casi la mitad irá directamente a Sanidad. Porque el Servicio Cántabro de Salud y la consejería dispondrán de 72 millones más, hasta alcanzar los 994 millones, otra meta inédita hasta ahora. La inesperada aparición del covid-19 ya obligó en marzo a realizar modificaciones de crédito para disponer de más fondos para esta materia y el año que viene la tendencia continúa.
Revilla ya informó a principios de mes en el Parlamento, a una pregunta de la jefa de la oposición, María José Sáenz de Buruaga, de que el Presupuesto tendría un carácter «expansivo»para impulsar la inversión y no frenar aún más la economía. Y también que esta área, al igual que Educación, serían las más beneficiadas. Y así es. El departamento de Marina Lombó sube un 5,3% hasta los 544 millones de euros.
Carácter expansivo Todas las consejerías contarán con más recursos económicos que en el ejercicio actual
Las prioridades La partida para amortizar deuda es la segunda que más crece (+7,7%), por encima incluso de las de Educación (+5,3%)
El calendario de las cuentas Antes de ir a la Cámara, el bipartito aprobará el techo de gasto el 29 de octubre y la Ley diez días después
Negociación interna El borrador ha sido negociado por PRC y PSOE y el Gobierno quiere ahora buscar el apoyo de los partidos de la oposición
Y no es una consejería, pero si lo fuera, la tercera en volumen sería la del pago de la deuda. Aunque el Ministerio, en el contexto de la pandemia, ha dejado sin efecto durante dos años las reglas de estabilidad de las comunidades autónomas, la Consejería de Economía quiere seguir amortizando pasivos. Tampoco Madrid ha fijado un límite de déficit para el próximo ejercicio, pero sí una recomendación: en torno al 2,2%, mucho más que el equilibrio previsto inicialmente.
Eso son los departamentos que más crecen, pero lo cierto es que todas las consejerías dispondrán de más dinero para ejecutar a lo largo de los próximos 12 meses. Presidencia y Justicia tendrá 120 millones, Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, 136; Obras Públicas, 142; Ganadería, Desarrollo Rural y Medio Ambiente, 141; Economía, 38; Empleo, 33, e Industria otros 87. Además, el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass), que gestiona un gran número de ayudas y prestaciones a los colectivos más vulnerables, permanecerá sin cambios con 230 millones de euros. Por su parte, el Servicio Cántabro de Empleo (SCE), rozará los 100 millones.
Estos números no deberían sufrir ya modificación alguna. Aunque los consejeros aún están haciendo cuentas con sus equipos y analizando cómo repartir su asignación entre los distintos capítulos, el total no experimentará cambios. Falta por calcular si irá más a nóminas, obras o ayudas –algo que también puede variar en la tramitación parlamentaria o tras las conversaciones con los agentes sociales–, pero no el montante general.
El borrador es fruto de las negociaciones entre las dos formaciones que integran el bipartito, que pusieron en marcha un grupo de trabajo al respecto, integrada por los regionalistas Paula Fernández (Presidencia y Justicia) y José Luis Gochicoa (Obras Públicas) y la socialista Ana Belén Álvarez (Empleo y Políticas Sociales), además de su compañera María Sánchez, titular de Economía, que, como corresponde en este caso, ha llevado la voz cantante. A ellos se ha sumado puntualmente el consejero de Sanidad como responsable del área que centra ahora mayor atención política y económica del Gobierno de Cantabria. Esa parte está cerrada.
La que se abre ahora es la de la negociación de puertas para afuera. Con patronal y sindicatos en la Mesa del Diálogo Social y también con los grupos de la oposición. Revilla quiere que sean unas cuentas de consenso y, por el momento, de manera explícita, los partidos con representación en la Cámara se han mostrado dispuestos a intentar el acuerdo. Especialmente PP y Ciudadanos. La exigencia mínima de ambos, el punto de inicio para un entendimiento, pasa por que no se suban impuestos –eso ya está prometido– y que el aumento de gasto vaya a inversión productiva y no a aumentar el aparataje de la comunidad autónoma. Por el momento, lo que se sabe de este segundo punto es que la consejería inversora por excelencia, la de Obras Públicas, es una de las que menos crece. Poco más de un punto y por debajo de la media. E igual Industria. En la media estarán el departamento de Guillermo Blanco (Ganadería y Medio Ambiente) y el del vicepresidente Zuloaga, que gana cinco millones que irán casi íntegros a la dotación de la Universidad de Cantabria.
El objetivo del Ejecutivo es aprobar el techo de gasto del presupuesto regional para 2021 a finales de octubre –en un Consejo de Gobierno extraordinario previsto en principio el 29 de octubre–, para después recabar las aportaciones de los agentes económicos y sociales en el seno de la Mesa de Diálogo Social y de los grupos parlamentarios. El bipartito quiere aprobar el proyecto de Ley de Presupuestos en la primera semana de noviembre –el sábado 7, en principio– para a continuación iniciar la tramitación parlamentaria –el lunes, 9 de noviembre–, con el objetivo de que esté en vigor el 1 de enero.
Aunque el Gobierno de Cantabria aún no tiene cerrada la ley de acompañamiento de los Presupuestos de 2021 que recoge las modificaciones normativas que requieren las nuevas cuentas, el bipartito PRC-PSOE no tiene previsto que este documento introduzca grandes sorpresas. La intención de ambos socios del Ejecutivo es no hacer cambios en materia fiscal. Ni subir impuestos, ni bajarlos, como han verbalizado tanto el presidente, Miguel Ángel Revilla, como el líder de los socialistas, Pablo Zuloaga. Consideran que así se podrá mantener el nivel de ingresos propios que permita reforzar la inversión y los servicios públicos esenciales y a la vez no ahogar la actividad económica en un momento de gran incertidumbre para las empresas y trabajadores.
Además, se mantendrá –habrá que ver si con alguna variación o nuevos incentivos– la que fue la principal novedad del ejercicio actual, la entrada de bonificaciones fiscales para aquellas personas que vivan o se trasladen a zonas rurales. Una medida que se enmarca dentro de la estrategia regional de lucha contra la despobl
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