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La Consejería de Sanidad busca la manera de dar marcha atrás a la limitación de las guardias, «impuesta» por los servicios jurídicos del Gobierno cántabro, ... que amenaza con dejar al Servicio Cántabro de Salud (SCS) sin personal de informática disponible para cubrir los avisos de incidencias en los centros de salud, SUAP, 061 y hospitales a partir de la próxima semana una vez concluyan su jornada ordinaria de mañana. «Vamos a solicitar que el artículo introducido en la ley de presupuestos (limita el cómputo mensual al 30% de las retribuciones fijas) contemple la excepción motivada de estos profesionales, que forman parte de un servicio crítico, que tiene que funcionar las 24 horas los siete días de la semana, de forma que no les afecte», responde Santiago García, director general de Transformación Digital, que desde el jueves trata de enmendar el problema desencadenado desde la propia Administración.
Aunque ese remedio de urgencia cuenta que sea «temporal», porque «a futuro» se estaba trabajando –dice– en un proyecto de mejora del servicio de Informática para diseñar «un plan conjunto de guardias» del personal repartido entre las distintas gerencias (Atención Primaria y hospitales) y, a medio plazo se contempla «ampliar la plantilla», señala. «La restricción viene de Economía, no de Sanidad», aclara el director general, que opina que «puede que la intención fuera buena», si de lo que se trataba era de ahorrar costes, pero el resultado es que se ha creado un problema donde no lo había por una cantidad que él mismo reconoce que es «ridícula».
Y en eso coincide con la veintena de trabajadores afectados, ya que la hora de guardia localizada les sale entre 6 y 8 euros («la mitad que a los profesionales sanitarios») y hasta ahora cubrían una semana al mes cada uno por esta actividad voluntaria. Por eso denunciaron, a través de este periódico, que ese tope del complemento de atención continuada fijado únicamente para el personal de gestión y servicios (repercute también en los equipos de mantenimiento) supone «una discriminación y un agravio comparativo con el resto de categorías profesionales, que no tienen límite alguno». Cuando, además, «la Administración viene incumpliendo la obligatoriedad legal de computar como jornada laboral el tiempo efectivamente trabajado durante los periodos de guardia. Tiempo que ni se computa (no está en la cartelera) ni se paga», denuncian los afectados.
Un asunto este último que García entiende que deben pelear por la vía sindical. «Lo que tenemos que garantizar ahora es que el servicio va a funcionar con normalidad y que el personal de Informática no se verá afectado por esta reducción de las guardias», añade el director general: «Hay que solucionarlo».
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