![Sanidad descubre «al depurar» las listas de espera que había incluidos 1.700 fallecidos](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/02/13/91688769-kh6F--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
![Sanidad descubre «al depurar» las listas de espera que había incluidos 1.700 fallecidos](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/02/13/91688769-kh6F--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Más allá del atasco ya conocido de las listas de espera del Servicio Cántabro de Salud (SCS), la comparecencia del consejero, César Pascual, ayer en la comisión de Sanidad del Parlamento -a petición del grupo regionalista- sirvió para exponer el desbarajuste en las bases ... de datos que encontraron tras el cambio de Gobierno. «El primer problema era la propia confección de las listas, que no cumplía con los indicadores marcados por el Ministerio, que nos instó a hacer una corrección por los cambios que se habían hecho la legislatura pasada. Fue bochornoso. La información que teníamos no era fiable», señaló el titular de Salud.
Por eso, el paso inicial fue la revisión para «depurar esos datos», una operación en la que han descubierto que estaban incluidos en las listas de espera «1.700 personas fallecidas y otros 7.000 pacientes pendientes de cita, no se sabe para qué. Sospechamos que pueden ser consultas sucesivas...», cuando en el recuento de listas de espera solo se contabilizan las primeras citas sin atender. Lo único de lo que no tiene duda el consejero es de que, durante el Ejecutivo bipartito (PRC-PSOE), falló la gestión, «centralizada en el SCS, pero alejada de las prioridades de los hospitales»; «es un hecho constatable que no se ha gestionado bien». Es más, dijo Pascual, «no me duele reconocer que las listas de espera de consultas eran mejores de lo que habían declarado, estaban infladas, no se correspondían con la realidad».
De hecho, en el análisis del balance de diciembre, además de un nuevo récord de los pacientes en cola para una intervención quirúrgica -el dato al cierre de año era de 18.505-, llamaba la atención la gran diferencia en el volumen de personas a la espera de una primera consulta con un especialista, que había bajado de los 61.702 acumulados en junio de 2023 -la última vez que rendía cuentas el equipo socialista- a los 38.711. En una primera valoración, cuando se informó de las cifras, desde la Consejería se justificó esa diferencia por «el ajuste en los criterios» que se habían aplicado, que no se adecuaban al Real Decreto 605/2003, de 23 de mayo, por el que se establecen medidas para el tratamiento homogéneo de la información de las listas de espera en el Sistema Nacional de Salud. En otras palabras, que no se estaban enviando correctamente los datos al Ministerio.
César Pascual
Consejero de Salud
En esa idea ahondó ayer el consejero en respuesta a las críticas de la oposición por la falta de resultados después de ocho meses de Gobierno. Una exposición en la que habló de citas duplicadas, de intervenciones aplazadas por decisión médica o a petición del propio paciente que tampoco estaban debidamente registradas, igual que las derivaciones a centros concertados: «No se pueden sacar de la lista esos casos si no están operados, porque siguen siendo pacientes del SCS». Toda esa clasificación «nos ha llevado tiempo» -añadió-, pero era imprescindible para diseñar un plan de choque (dotado con 55 millones, ampliables a 65) ajustado a la demanda, a las necesidades y a la capacidad del sistema.
Pascual no sólo repitió los ejes y objetivos de ese plan, presentado a principios de mes en rueda de prensa, con el que aspira a revertir «la complicada» situación acumulada «tras ocho años consecutivos de subida de las listas de espera», sino que repasó la evolución del último trimestre, donde ya se aprecia «un cambio de tendencia» tras la reactivación de las peonadas (actividad extraordinaria por las tardes) y las derivaciones a centros concertados. En ese repaso recordó que los 16.607 pacientes en listas de espera quirúrgica registrados en junio «pasaron a ser 17.260 cuando se adecuaron los que estaban mal programados». Una cifra que llegó a superar los 20.000, cifra récord, tras el verano. Y fue a partir de octubre, tras resolverse el conflicto con los médicos que dejó abierto el consejero socialista de Sanidad, Raúl Pesquera -ausente ayer en la comisión-, «cuando empezó la reducción mantenida hasta diciembre», una bajada insuficiente para compensar la escalada continuada durante dos legislatura.
Desde el PRC, Paula Fernández reprochó al consejero «la falta de trasparencia», le pidió el desglose de listas de espera por especialidades -no disponible en la web del SCS- y, aunque dijo que «esta partitura ya la conocemos» (porque ya se aplicó en 2011), le dio su «voto de confianza» al plan en ciernes. La diputada Natividad Pérez (Vox), que también reivindicó más información y dejó caer «la tardanza» en presentar el plan de choque, criticó sobre todo el «auténtico desastre» heredado por el Gobierno del PP, «con una situación caótica y al límite», por lo que consideró «vergonzoso que PRC y PSOE (socios del Gobierno saliente) vengan demandando ahora soluciones urgentes». Y fue ahí donde incidió también el portavoz popular, Álvaro Aguirre, en su turno de palabra: «¿De verdad no se sienten aludidos? ¿Ninguna fuerza aquí representada es responsable de esta nefasta gestión? Hay un elefante en la habitación, que no da la cara, pero todos sabemos quien es», dijo, dirigiéndose a la diputada socialista Eva Salmón, que previamente había dudado «de la efectividad del plan»: «Si lo mejor que va a hacer es criticar a un consejero que viene a arreglar su desastre, apártese», zanjó Aguirre.
«El 35% de los pacientes no acude a la consulta citada con el especialista, la tasa de absentismo es muy alta», declaró el consejero, que recordó que el plan integral de reducción de listas de espera «pone el foco en la actividad ordinaria, en mejorar el rendimiento por las mañanas». Y esos huecos que se pierden a diario –también hay casos que afectan a la actividad quirúrgica programada– es uno de los márgenes de mejora que buscarán las Gerencias para desatascar sus listas. Aunque la gran novedad es la recuperación de la productividad variable, el complemento retributivo con el que se compensará a los profesionales que lleguen a los objetivos marcados en los acuerdos de gestión de los hospitales. El plan contempla cinco millones de euros para 2025 y otros cinco para el año siguiente por este concepto, al margen del dinero destinado a las peonadas –actividad extra por las tardes–, que también se incrementa. El objetivo del plan, como reiteró Pascual, es reducir las demoras medias a 135 días para cirugías, 70 para primeras consultas y 45 para pruebas diagnósticas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.