Sanidad encarga el proyecto del helipuerto de Valdecilla antes del cambio de Gobierno

La Consejería de Sanidad, a través del Servicio Cántabro de Salud (SCS), acaba de dar un paso importante para crear esta infraestructura. En concreto, ha adjudicado a la empresa Aecom Spain la redacción del proyecto y la dirección facultativa de las obras, un contrato de 248.050 euros al que también optó la consultoría Urjato S.L., aunque consiguió menos puntuación tanto en los aspectos técnicos como económicos del concurso. Ahora, la empresa ganadora tendrá cinco meses para realizar los estudios necesarios y entregar los planos al Gobierno de Cantabria. Y a partir de ese momento será ya el nuevo titular de Sanidad -en los distintos debates que se han producido en el Parlamento sobre este asunto el PP ha estado de acuerdo con sacarlo adelante, por lo que sería una sorpresa que guardara el proyecto en un cajón- el que decidirá cuándo iniciar el proceso para encargar los trabajos, que tendrán un coste de cerca de 1,5 millones.

Si se cumplen los plazos, desde que las grúas comiencen a operar en la zona habrá que esperar diez meses para poder ver a un aparato aterrizar por primera vez en el nuevo helipuerto.

Finalmente, este helipuerto se levantará en la azotea del edificio de Consultas Externas. Esta decisión, comunicada a comienzos de año, cambia por completo el anterior plan del SCS, que en octubre de 2021, antes de la llegada de Raúl Pesquera al departamento, había apuntado al edificio de las Tres Torres para su construcción. Previamente, se había barajado también un espacio verde situado frente a las instalaciones del Hospital Virtual de Valdecilla, en el antiguo tanatorio.

El estudio preliminar -mucho menos detallado que el que tiene que elaborarse antes de que acabe el año- encargado por el Gobierno de Cantabria a Avanza Ingeniería determinaba que aunque la parcela delimitada por la carretera que baja desde Cuatro Caminos hasta la turborrotonda dispone de suficiente espacio para la construcción de una base para un helicóptero medicalizado, también existían contraindicaciones.

La principal, que la actividad de la aeronave durante las operaciones de despegue y aterrizaje podría generar «vulneraciones por vehículos de gran envergadura». Es decir, que generaría cortes puntuales de tráfico en el acceso a la turborrotonda de Valdecilla Sur durante las maniobras. Fue por esto por lo que se descartó esa ubicación y se pensó en una de las azoteas. Aunque el coste iba a ser superior, la estructura del edificio tenía capacidad suficiente para soportar el peso de un helicóptero. «La idea sigue adelante. No nos echamos atrás», defendía Rodríguez en el Parlamento a preguntas de la oposición.

El último y definitivo giro de guion vino a raíz de recibir los permisos -los que dan luz verde al proyecto- de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y del Ministerio de Defensa, que ven con mejores ojos esta tercera alternativa. No será a ras de suelo. También en una azotea, pero no en una de las Tres Torres, sino sobre la estructura de Valdecilla Sur.

Este espacio servirá de base para los transportes sanitarios tanto del helicóptero del 112 -durante medio año el Gobierno de Cantabria dispone de dos aparatos- como del que utiliza Salvamento Marítimo. Hasta que entre en funcionamiento el helipuerto, los transportes urgentes, tanto de pacientes que se encuentran en estado muy grave como de órganos destinados a operaciones de trasplante, llegan por vía aérea hasta el aeropuerto Seve Ballesteros y desde allí son dirigidos por carretera hasta el hospital.