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Estaba cantado que la tensión iba a presidir la reunión de la mesa sectorial en la que la Consejería de Sanidad iba a plantear a los sindicatos las órdenes de movilidad de profesionales con las que quiere compensar la falta de anestesistas, cardiólogos y neumólogos ... del Hospital de Laredo. Los tres servicios de Valdecilla implicados en esta reorganización –los que tendrán que ceder a su propio personal– ya habían expresado los días previos tanto a la propia Gerencia como a sus representantes sindicales los inconvenientes de la fórmula que propone el Servicio Cántabro de Salud (SCS), que no contempla ningún tipo de incentivo y que, según advierten, repercutirá de forma negativa en la asistencia sanitaria de Valdecilla si implica «no acudir como refuerzo sino dejar de trabajar aquí para trabajar allí».
Esa fórmula, a priori, se basaba en la voluntariedad de los equipos, pero de inmediato se encontró con el primer obstáculo al no haber voluntarios. Lo que implica pasar al 'plan b', así recogido en los borradores de las órdenes de desplazamientos que ayer se pusieron sobre la mesa: la movilidad forzosa, ya que «resulta imperioso y urgente dar una solución» al problema de Laredo. En el hospital comarcal no hay neumólogos desde hace un par de semanas, prácticamente dispone sólo de dos cardiólogos para atender a una población de 100.000 habitantes, que han acumulado una lista de espera para consulta de más de 1.600 pacientes –se ha triplicado la cifra en el último año– y, de remate, tampoco cuenta con anestesistas suficientes para cubrir las guardias, porque de los cinco operativos, dos se han quedado de baja a la vez y no se han encontrado sustitutos, lo que pone en riesgo el mantenimiento de la actividad quirúrgica programada, incluida la atención a los partos, que ya el pasado verano tuvo que derivarse a Valdecilla por la misma razón.
El consejero Raúl Pesquera, presente también en la reunión de la mesa sectorial (prolongada durante seis horas), siempre ha tenido claro que el remedio para «la compleja situación» de Laredo sólo se podía encontrar en Valdecilla. «La Consejería y el SCS han trabajado para resolver la coyuntura en el Hospital de Laredo, desde el diálogo con las partes implicadas y tratando de ofrecer la mejor solución posible», indicaron al término del encuentro. Y aunque los sindicatos no secundaron su propuesta –cuentan que hubo bastante crispación en las negociaciones–, se dieron por aprobadas las órdenes, que tendrán una vigencia de tres meses y «no buscan otra cosa que dar cobertura a los servicios y prestaciones de la población del área sanitaria de Laredo».
Sí consiguieron las organizaciones sindicales suprimir las líneas en las que se dejaba la puerta abierta a una prórroga, pasado ese tiempo, si el SCS lo consideraba necesario. De esta forma, la idea es que los primeros profesionales se desplacen a Laredo a partir del 26 de mayo, aunque el Sindicato Médico señaló que «hemos impugnado la mesa sectorial, con lo cual lo aprobado está el aire y corre el riesgo de quedar sin efecto alguno». Además, señaló el vicepresidente, Santiago Raba, «vamos a recurrir las órdenes de desplazamiento porque consideramos que son ilegales».
Según confirmó, los anestesistas de Valdecilla, contrarios a los términos de esta colaboración (con cero incentivos), han acordado en asamblea cumplir con la amenaza que habían dejado caer días atrás. A partir del 30 de mayo no participarán en las jornadas quirúrgicas extraordinarias, con lo cual dejarán de hacerse cirugías por las tardes como se venían haciendo dentro del plan de choque para reducir las listas de espera. Un parón que afectará a unas 40 operaciones semanales, más alrededor de 180 endoscopias, que también requieren anestesia. El Sindicato Médico también pidió al consejero el cese de la gerente de Laredo, Mónica Hernández, por su «mala gestión de personal».
Desde el sindicato CSIF, Margarita Ferreras apuntó que «estas órdenes tienen carácter temporal y excepcional, con lo cual no solucionan el problema de la falta de profesionales en Laredo. Si bien, sí permiten que temporalmente se cubran las necesidades urgentes que requiere la asistencia sanitaria de la población del área de Laredo, aunque a costa de un sobreesfuerzo de los facultativos de ambos hospitales, que debería de ser reconocido». Y en esto estuvieron de acuerdo también el resto de organizaciones sindicales.
«Estas órdenes no dejan de ser un parche», añadió Ferreras, que solicitó «la puesta en marcha inmediata de un grupo de trabajo que aborde globalmente el problema de la necesidad de facultativos en los hospitales comarcales y llegue a unas conclusiones antes de que finalice la temporalidad de dichas órdenes para solucionar estructuralmente este problema». Un problema, subrayó, del que «el único responsable son los gestores de la Consejería de Sanidad y el SCS, que no han dado la respuesta adecuada en el momento que se necesitaba».
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