Sanidad guarda silencio sobre el uso de mascarillas defectuosas que denuncian los médicos

La Consejería tampoco ha aclarado los interrogantes sobre el material de protección o la fiabilidad de los test rápidos que plantearon las residencias

Mada Martínez

Santander

Miércoles, 22 de abril 2020, 07:07 | Actualizado 08:38h.

No hay respuesta de Sanidad por el momento a los interrogantes y cuestiones críticas que se le han planteado públicamente a la Consejería desde dos áreas clave en la crisis sanitaria: el sector de la dependencia y el médico. Las preguntas -acompañadas de duras reprobaciones- las han lanzado cuatro portavoces de estos sectores: dos patronales de la dependencia, Lares y la Federación de Empresarial FED; el Sindicato Médico y el de Anestesiólogos de Cantabria (SMC y Simac, respectivamente). Todos han pedido explicaciones a la Consejería de Miguel Rodríguez, parte de ellas centradas en la «escasez», idoneidad o distribución de los materiales de protección, en la «baja fiabilidad» de los test rápidos o en la falta de respuesta a sus escritos.

El Sindicato Médico y el Sindicato de Anestesiólogos han denunciado condiciones de trabajo bajo medidas de protección escasas o inadecuadas durante las primeras semanas de crisis sanitaria: «Nuestros compañeros han tenido que confeccionarse batas con bolsas de basura» o «coser mascarillas de tela en sus casas», señalaron. Sus críticas también se centran en las «quejas y sospechas» sobre la calidad del material de protección de los sanitarios, «puesto de manifiesto en las más de 21.000 mascarillas que hay que retirar porque no cumplen los mínimos de protección exigidos, y que los sanitarios llevan más de una semana usando en Cantabria».

Los sindicatos aluden a las mascarillas suministradas (luego se ordenó su retirada) por el Ministerio, y a otros lotes recientes «que no cumplían los requisitos mínimos para su uso contra el Covid». También apuntan estos representantes a la falta de mascarillas 'FFP2' entre los anestesiólogos de Valdecilla, o, por el contrario, del uso entre los sanitarios de batas «recicladas y esterilizadas, a pesar de ser de un solo uso». Y apuntan a que los test rápidos no «son especialmente fiables» ni efices si se usan en solitario, juicio que comparten con el sector de la dependencia, que, bajo la portavocía de FED y Lares, mantiene una postura crítica con el Gobierno.

Ambos inciden en la «baja fiabilidad» de los test rápidos distribuidos en las residencias para identificar contagios, cuyo uso, aseguran, «puede ser absolutamene perjudicial en la labor de sectorizar y aislar a residentes en pos de evitar el contagio masivo». Para la contención, indican, la única vía es realizar PCR» a usuarios y plantillas. La patronal le achacan a Sanidad -y al Gobierno autonómico- falta de respaldo y de medios. Hace unos días emitieron un último y duro comunicado pidiendo aclaraciones a la administración, e, incluso, vinculando la «disminución de la frecuencia y la intensidad» de la asistencia médica en las residencias con la mortalidad en estos centros.