A este respecto, el Servicio de Salud Pública de la Consejería de Sanidad reconoció este jueves a El Diario Montañés la existencia de un escrito, presentado en mayo de 2019, alertando del caso y pidiendo medidas. «Tenemos constancia de una comunicación a título personal que informaba de que un familiar había enfermado en 2018 y apuntaba al agua como origen», reconocieron. A la par, aseguraron también que no era posible «establecer un vínculo causal entre ese caso y el agua de Luena» como se desprendía del escrito de queja presentado. En el mismo, el familiar de la pequeña expresaba la «sospecha» de que el contagio podría estar relacionado con el mal estado de mantenimiento de la red ya que el suceso «se produjo tras la estancia de la pequeña en la casa propiedad de la familia en Luena». Asimismo se pedía al Ayuntamiento y a la Consejería que actuaran revisando el estado de la red de suministro y adoptando «cuantas medidas fuesen necesarias para evitar su contaminación al objeto de que estos hechos no vuelvan a repetirse».
Desde Sanidad se explicaba ayer que, tras conocer este escrito fechado hace seis meses, «se realizó una inspección en el municipio y se informó al Ayuntamiento de las deficiencias encontradas», zanjaron.
El 15 de enero el alcalde emite un bando que informa de que el agua no es apta y critica a Sanidad
Tal y como adelantó este periódico, el alcalde de Luena, el regionalista José Ángel Ruiz, emitió el pasado 15 de enero un bando en el que alertaba a los vecinos de que el agua «no era apta para el consumo humano, ni para beber, hacer comida o hielo». Al ser preguntado por el asunto, el regionalista optó por criticar que Sanidad le obligase a instalar sistemas de cloración en sus 25 depósitos, aludiendo a falta de medios económicos para hacerlo, defendiendo la calidad de su agua y restando importancia al aviso sanitario. «Nunca ha pasado nada y hasta el grifo de mi casa viene gente de Torrelavega a por el agua», llegó a decir el edil, y vinculó el aviso de las autoridades sanitarias con supuestos intereses empresariales.
Agua sin clorar
Sus palabras fueron criticadas días después desde varios frentes. El principal, por la responsable de la Dirección General de Sanidad Pública, Paloma Navas. «Beber agua sin garantía sanitaria no es un debate de este siglo» y tomar ese agua puede llegar a tener complicaciones de salud «graves», por ejemplo en personas con las defensas bajas o «con un sistema inmunitario vulnerable», suscribió.
El 20 de enero la autoridad sanitaria dice al alcalde que tiene que cumplir con lo que marca la ley y clorar
Según explicó la responsable sanitaria, el alcalde había sido avisado en distintas ocasiones -«desde 2004»- de la necesidad de clorar el agua, pero siempre se había negado. De hecho, en Luena nadie ha pagado nunca un recibo del agua, ni existe un sólo contador instalado. Tampoco se utiliza el cloro en los depósitos, las arquetas están a ras del suelo (en muchos casos) y es relativamente fácil abrirlas con una simple palanca. Así lo afirman muchos vecinos, que tienen la opinión dividida entre los que critican la dejadez en el mantenimiento de las instalaciones, y entre los que apoyan la tesis del alcalde de continuar «como toda la vida» y sin clorar.
Ayer mismo este periódico preguntó a la dirección sanitaria sobre si se había establecido un régimen sancionador al Ayuntamiento de Luena dados los incumplimientos reiterados que ellos mismos habían reconocido y la respuesta, dando un rodeo, fue que no: «En este momento, el procedimiento administrativo sigue su curso normal y el Ayuntamiento de Luena tiene la posibilidad de subsanar las deficiencias encontradas», señalan.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.