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El Gobierno de Cantabria no renuncia a sacar adelante la unidad de protonterapia de Valdecilla antes que ningún otro hospital público del país, pero ahora tiene que ver cómo resuelve en tiempo récord los errores en los pliegos del contrato que han echado para atrás ... a las cuatro licitadoras interesadas, dejando desierto el concurso. Cómo arregla lo que la oposición en bloque califica de una «auténtica chapuza» en la gestión, aunque tanto el presidente Miguel Ángel Revilla como el vicepresidente Pablo Zuloaga, lejos de reconocer los fallos que van a retrasar la llegada de esta tecnología a Valdecilla -lo más que admitió el segundo fue la «falta de experiencia en este tipo de pliego, por ser Cantabria la primera en elaborarlo»-, se escudan en que el motivo de que las empresas no hayan concurrido es «la subida en el precio de las materias primas y de la mano de obra». Un argumento que no casa con el transmitido desde el lado empresarial, donde la queja principal es la falta de interlocución con la Consejería de Sanidad previa a la licitación, teniendo en cuenta la envergadura y complejidad del contrato (valorado en 38 millones de euros, que incluye la máquina y la obra de instalación), y, sobre todo, que se las obligue a formar una UTE con la constructora.
PABLO ZULOAGA (PSOE)
Este nuevo fracaso en la tramitación del proyecto, después del varapalo que supuso conocer que otras siete comunidades dispondrán de protonterapia gracias a la generosidad del empresario gallego Amancio Ortega, ha vuelto a sembrar la duda sobre si finalmente Valdecilla llegará a contar con su propia unidad. Dudas que en Sanidad no tienen. Admiten que implicará un retraso de «unos meses», pero ya han dado orden de corregir los pliegos para volver a sacarlos «lo antes posible».
CÉSAR PASCUAL (PP)
FÉLIX ÁLVAREZ (CIUDADANOS)
Desde el PP tienen igual de claro cuál es el origen del problema: «Cuando se corre para quedar bien, se hacen mal las cosas. Se pusieron nerviosos cuando se anunció el convenio con la Fundación Amancio Ortega y tiraron para adelante sin haber pulido los pliegos. Y las empresas, si no tienen garantías jurídicas, no concurren. Es el propio Gobierno de Cantabria el que falla en la gestión de su proyecto estrella», opina el diputado César Pascual, que defiende la instalación de la protonterapia en Valdecilla. «Es viable y necesario para el hospital, sobre todo si llega también a Cruces, porque de lo contrario se acabarán derivando pacientes desde Cantabria, pero es un proyecto fallido desde el punto de vista de la gestión». Primero -recuerda- cuando se rechazó «por razones ideológicas», porque se trataba de una propuesta privada, y ahora con «esta auténtica chapuza, consecuencia de su propia incompetencia». «¿Cómo es posible que ni siquiera se hubiera hablado con las empresas previamente, cuando la propia Ley de Contratación te contempla la figura de la consulta al mercado? Ahora tienen que ponerse las pilas. Si yo fuera gestor, en enero estaría publicado el nuevo pliego». Para ser la primera comunidad en contar con protones en la sanidad pública «ya van justos», apunta.
CRISTÓBAL PALACIO (VOX)
Una posibilidad que da por descartada el portavoz de Ciudadanos, Félix Álvarez. «El esperpento se instala en Sanidad. Gracias a la incompetencia del departamento que dirige Miguel Rodríguez, que no ha sido capaz de redactar un pliego de condiciones que sea asumible por las posibles empresas que podrían hacerse cargo de esta obra, habrá un retraso de meses en la adjudicación. Tendremos la protonterapia más tarde y con un coste muchísimo más elevado que el resto de comunidades que lo instalen. En una empresa privada los responsables de esta chapuza estarían en la calle, en este Gobierno tendrán recompensa», opina Álvarez. En la misma línea, Cristóbal Palacio (Vox) añade que «por unas prisas aceleradas por intentar ser los primeros de la clase en conseguir estas instalaciones, nos encontramos con que la convocatoria no sirve, no satisface a las empresas y pone de manifiesto la desconexión entre un Gobierno que sólo pretende titulares y una realidad social cada vez más alejada de sus planteamientos».
Cuando la Fundación Amancio Ortega acordó con el Ministerio de Sanidad financiar con 280 millones de euros la compra de diez equipos de protonterapia, que se repartirán en siete comunidades autónomas, Galicia ya tenía parte del camino andado. De hecho, fue en la tierra natal del dueño de Inditex donde se gestó el plan nacional.
El Servicio Gallego de Salud ya tenía el proyecto diseñado –se llevaba trabajando en él un año–, con la ubicación elegida (en terrenos propios): el Hospital Clínico Universitario de Santiago. Así que la donación resolvía la parte más complicada. Por eso, Galicia aspira a ser la primera comunidad en tener instalada su unidad de protones de las siete que recibirán los equipamientos donados, cuya implantación será progresiva.
Los plazos que se manejan es que en mayo-junio de 2022 esté adjudicado el equipo –la licitación depende del Ministerio, mientras que la Administración autonómica asumirá la obra–, de tal forma que en la primavera de 2023 la unidad de protonterapia esté instalada y justo al año siguiente (mayo de 2024) empiece a atender a los primeros pacientes. La Consejería gallega de Sanidad ya ha remitido su propuesta al Ministerio –trámite que deberán hacer todas las beneficiarias del plan– y está a la espera de respuesta.
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