Los bares y discotecas de Cantabria deberán cerrar a las dos de la madrugada

«El jueves hubo consejo interterritorial y todos mostramos nuestra preocupación por los brotes. Es cierto que en Cantabria estamos ahora mejor que en otras comunidades pero allá donde surgen, muchos están relacionados con el ocio nocturno. Y de hecho ya hay tres territorios que lo han regulado y hoy lo hacemos Cataluña y Cantabria». La semana próxima seguirán País Vasco y Andalucía, en una tendencia que previsiblemente será generalizada en todo el país.

Rodríguez se esforzó ayer en explicar y justificar una actuación que le ha valido el reproche de un sector hostelero que ve en la restricción una cortapisa para hacer caja ahora, en temporada estival, cuando puede restañar el daño causado por los meses de parón del estado de alarma. Ante esas voces el consejero zanja el debate. «Aquí tenemos, como siempre, que compatibilizar los intereses de los empresarios con los de la ciudadanía. Nuestro objetivo es que si se produce un brote, podamos cortarlo lo antes posible, pero tenemos que intentar también que no se llegue a producir y estamos seguros de que con estas medidas reducimos ese riesgo».

Muchos hosteleros –a los que se les impedirá admitir nuevos clientes desde la una y media de la noche– denuncian también que la 'batalla' no está en los locales sino en la calle, con los grupos de jóvenes que se reúnen para consumir alcohol en la vía pública en los famosos botellones;pero para ese argumento también hay réplica:«No es incompatible que se sigan persiguiendo esas situaciones con que los locales cierren a una hora», afirmó el responsable de Sanidad.

Con independencia de si se celebran en lugares públicos o en la privacidad de un hogar, otra medida –ya avanzada por este periódico–, tendrá que ver con la reducción del número de personas permitidas en una reunión de personas que no pertenezcan a un núcleo familiar. «Si estábamos en 25 ahora, se limitará a 15», concretó Rodríguez.

Ambas restricciones entran hoy en vigor, como advirtió el consejero; cosa que no podrá suceder con una tercera, la que tiene que ver con la obligatoriedad de que locales públicos como restaurantes, hoteles, peluquerías, gimnasios, saunas y centros de estética tomen registro de sus clientes.

«En este caso será obligado apuntar el nombre y apellidos, el teléfono, como la fecha y hora de acceso, algo necesario para que en el caso de que surja un brote, los sanitarios puedan seguir la pista de quienes han estado expuestos». Pero sucede que la Ley de Protección de Datos obliga a unas gestiones que tendrán que resolverse antes de que se pueda poner en funcionamiento. «Aún no podemos fijar fecha para que entre en vigor, pero esperamos que sea lo antes posible», aclaró Rodríguez, que también quiso recordar la recomendación a otros establecimientos.

«Para bares y otros locales de ocio aún no será obligado pero hacemos una recomendación para que vayan instaurándose estas medidas», agregó.

Desde la Asociación de Hostelería de Cantabria se trabaja desde hace días en la elaboración de una aplicación que servirá «de una manera económica y ágil», para tomar nota de todos esos registros, según anunció ayer su presidente, Ángel Cuevas. «Pretendemos ponerla en marcha en cuestión de uno o dos días para que esté disponible lo antes posible, incluso antes de que entre en vigor la obligatoriedad de hacer esos registros», advirtió el representante del sector, que se mostró claramente molesto por una medida que supone un «mazazo» para la economía de estos negocios.

Todas estas medidas llegan en medio de un clima de desconfianza a nivel nacional, cuando el virus parece que avanza lento pero certero con nuevos brotes en múltiples comunidades. Por eso el responsable cántabro de Sanidad advirtió ayer que aunque la situación epidemiológica es «buena» en Cantabria –los últimos datos publicados por la consejería identificaron 68 casos activos este viernes de los que dos están hospitalizados–, no hay que «bajar la guardia» frente a la pandemia.