Santander, Castro y Camargo, en nivel de riesgo máximo por la incidencia acumulada

El mapa de la incidencia acumulada permite comprobar de un vistazo cómo se distribuyen los puntos calientes y cómo la vecindad de otro municipio afectado facilita la circulación del virus. No obstante, no resulta tan fácil extraer conclusiones, dado que las fórmulas para obtener las tasas de incidencia acumulada son útiles para conocer la situación sanitaria de poblaciones de cierto tamaño, pero a menudo ofrecen resultados absurdos al aplicar cálculos por 100.000 habitantes en los ayuntamientos más pequeños.

La primera clasificación que hay que establecer para estudiar los efectos del covid por municipios cántabros es atender a los diez más grandes, con más de 10.000 vecinos. Santander (con una incidencia acumulada a catorce días de 269 casos por 100.000 habitantes), Castro Urdiales (412) y Camargo (313), son los que peores datos presentan, y se hallan en riesgo extremo según la catalogación de Sanidad.

En cinco de esos ayuntamientos más populosos el grado de alerta es algo menor, aunque sigue siendo alto, con tasas entre 150 y 250: son Torrelavega (182), Piélagos (171), El Astillero (159), Santa Cruz de Bezana (198) y Los Corrales de Buelna (185). En los dos restantes, el riesgo es medio (de 50 a 150): Santoña registra 136 y Laredo, 117.

Atendiendo también al tamaño, hay otro grupo de diez municipios con una población entre 5.000 y 10.000 habitantes. Reinosa (804), Entrambasaguas (399) y Reocín (380) presentan las cifras más preocupantes. Por detrás de ellos, con riesgo alto, están Medio Cudeyo (237), Cabezón de la Sal (191), Suances (158) y Cartes (157). Por su parte, en Santa María de Cayón (109), Polanco (84) y Colindres (69), la alerta por coronavirus es de nivel medio.

Si se hace un barrido del mapa de Cantabria de oeste a este, la vista se topa con los dos primeros municipios en rojo, Castro Urdiales y Valle de Villaverde. Ambos, pese a sus diferencias de superficie y población, comparten la característica común de su estrechísimo contacto con el País Vasco, que puede explicar su nivel de alerta.

La comunidad vecina sufre una de las peores situaciones epidémicas del país, con una incidencia por encima de 500 casos por 100.000 habitantes y con una media de cien ingresos hospitalarios diarios -y otro dato: uno de cada cinco pacientes críticos es menor de cincuenta años y sin patologías previas-.

Aunque se ha culpado del aumento de contagios en Castro al trasiego de vizcaínos que, durante los fines de semana, acuden a su segunda residencia en Cantabria, la explicación no sirve para Laredo y Santoña, dos villas con mucha presencia vasca pero donde la incidencia acumulada se mantiene bajísima en comparación.

El director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, ha llamado la atención sobre el incremento de positivos en el área sanitaria de Laredo, y es cierto que numerosos municipios de la comarca de Trasmiera aparecen pintados de rojo en el mapa. De ellos, Entrambasaguas es el de mayor entidad.

El área de Santander preocupa ahora a las autoridades sanitarias por el aumento de infecciones. El arco de la bahía y el espacio de influencia de la capital concentran la mayor parte de la población de Cantabria, y se trata de un área dinámica con gran movimiento diario de población, factores que pueden contribuir a la circulación de la enfermedad. Llama la atención que Villaescusa, pese a su cercanía con Santander, se mantenga completamente limpio de virus.

Torrelavega, la segunda ciudad de la región, presenta cifras moderadas. Su área sanitaria cubre hasta el límite occidental de la provincia: una veintena de municipios de la zona aparecen pintados de blanco, entre ellos, Comillas y San Vicente, la mayoría con una tasa de cero casos. En total hay 38 ayuntamientos en la región con riesgo bajo por covid.

Reinosa lleva semanas en el objetivo de Salud Pública y es de lejos la población que más apuros está pasando, a pesar de lo cual sigue esquivando el confinamiento. Es de suponer que su influjo se esté dejando notar alrededor, en Santiurde de Reinosa, Campoo de Enmedio, Campoo de Yuso y Valdeolea, todos con altas incidencias. El sur de Cantabria, mientras, permanece libre de infecciones.