Santander elevará el control policial para garantizar que se cumplen las cuarentenas

Asimismo, explicó que «estamos ultimando un plan de ciudad segura y adaptada en donde vamos a potenciar actuaciones que promuevan el ejercicio al aire libre, el ocio y el consumo responsable en las calles y la actividad en los barrios», dijo. Igual mostró su «colaboración total» con Sanidad para intentar contener la pandemia «con las medidas que sean necesarias, porque lo más importante es garantizar la salud de los ciudadanos».

Mientras tanto, las denuncias por organizar fiestas en viviendas y locales no cesan. La persecución de estas reuniones privadas que, además de ignorar las restricciones sanitarias, suelen generan molestias a los vecinos, ha mantenido a la policía ocupada durante todo el verano mientras el ocio nocturno permanecía cerrado. A eso, ahora se suma la lluvia y el mal tiempo en general que traslada esas citas a espacios cerrados, multiplicando «por veinte» el riesgo de contagio, como recordó la directora general de Salud Pública el pasado jueves. El último desalojo en Santander se produjo durante la madrugada de ayer cuando la Policía Local denunció a diez jóvenes por molestar a los vecinos con ruidos que procedían de la celebración de una fiesta en una casa de la calle Vista Alegre.

Esta nueva denuncia llega apenas tres días después de que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, reclamase la persecución «policial y administrativa» de las fiestas universitarias que pueden ir en aumento ahora que ha arrancado de nuevo el curso. «Si son más de diez personas, están incumpliendo las normas y habrá que proceder tanto administrativa como policialmente contra los que las organizan», dijo Rodríguez. En este último caso la reunión no superaba el límite de asistentes permitidos, aunque cabe recordar que la recomendación de las autoridades sanitarias es intentar reducir el contacto social al mínimo para garantizar que se cumplen las medidas de seguridad anticovid. Por eso, apelan a la responsabilidad individual para evitar este tipo de encuentros y contribuir a frenar la escalada de contagios.

«No es momento para celebraciones. Ni tan siquiera para la comida familiar del domingo», recalcó Paloma Navas en su última rueda de prensa. Y los datos hablan por sí solos: el 65% de los brotes de las dos últimas semanas se han originado en las reuniones con familiares o amigos. Esas quedadas en casa en las que conforme pasan las horas es más fácil bajar la guardia. Y el covid no entiende de amistades ni de entornos familiares, sino de resquicios donde colarse cuando fallan las medidas preventivas.

La noche del lunes también la Policía Local tuvo que intervenir en un establecimiento hostelero de la calle Floranes. Los agentes desplazados se encontraron en su interior a 24 personas sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad, algunas incluso bailando en la pista, cuando no está permitido. La denuncia a algunos locales se está convirtiendo en tónica habitual los fines de semana. Más de uno encadena ya varias sanciones en un corto espacio de tiempo. «Los incumplimientos son preocupantes. Estos locales pueden ser focos de contagio», advierten fuentes de la Policía Local.