Secciones
Servicios
Destacamos
«Aquí estamos diciendo que Castilla está llegando a Cantabria», comenta Roberto Puente, concejal de Medio Ambiente y teniente de alcalde de La Hermandad de Campoo de Suso. Lo dice con la vista puesta en los campos amarillos que han sustituido a los habituales ... pastos verdes característicos de la región. Una estampa que no se queda en la anécdota, porque trae consecuencias. La sequía no sólo implica escasez de agua, también acarrea falta de comida para los animales, lo que a estas alturas está obligando a algunos ganaderos a tirar de los rollos de forraje que tienen almacenados de cara al invierno. Es una situación que se está dando principalmente en Campoo, pero en otras zonas como en el Saja Nansa y la comarca lebaniega la perspectiva no es más halagüeña.
«Yo esto no lo he visto en mis 21 años de vida», asegura Nerea Gómez, que trabaja en la ganadería de sus padres, en Paracuelles. ¿Y ellos recuerdan una sequía como esta? «No, ellos tampoco», añade. Normalmente, en está época del año se lleva a pastar a los animales a los campos. En la Ganadería Gómez Ozaeta, la de la familia de Nerea, cuentan con 140 vacas, 90 de ellas están actualmente en los puertos y el resto en terrenos de Paracuelles. «Da igual, vayas donde vayas está todo seco», lo narra sin poder disimular la preocupación en la voz. Es un estado de ánimo que se repite en el resto de ganaderías de Campoo porque «todos nos preguntamos qué va a pasar, ya que estamos teniendo que dar forraje de los rollos y eso implica que en invierno habrá que comprar alimento y los precios ahora mismo son inviables».
Las pacas generalmente se guardan para después del verano, cuando se estabula al ganado y al empezar a hacer uso ahora, antes de tiempo, se van a quedar sin reservas. Unas provisiones que ya de por sí se habían visto mermadas frente a las de otras temporadas porque «al llover tan poco hemos cosechado mucho menos». Las previsiones de precipitaciones que hay ahora mismo tampoco sirven de gran alivio. «Mucho tendría que caer para que se arregle la situación, hay arroyos que nunca he conocido secos por los que ahora no fluye ni una gota y está todo muy seco». Eso unido a que «agosto y septiembre son los peores meses», con lo que Nerea teme que «se va a juntar la seguía con la nieve, y eso sería catastrófico».
Nerea Gómez | Ganadera de Paracuelles
Es algo que también confirma el edil de Medio Ambiente de La Hermandad de Campoo de Suso, que hace hincapié en que «nunca se ha visto una sequía tan adelantada y se debe también a que este año nevó sólo muy al principio» con lo que augura que «se viene un invierno muy complicado y veremos también cómo repercute todo esto en los precios de los alimentos en los supermercados». Y eso que desde el Ayuntamiento, en colaboración con el Gobierno de Cantabria, comenta Puente, se está haciendo «todo lo posible» para llevar agua a los ganaderos y llenar manantiales. Pero eso no es suficiente. Así que «si ahora llueve mejor, pero tendría que llover mucho para que se reconduciese la situación», concluye.
Así que en Campoo prácticamente están sirviendo en los comederos lo que acaban de cosechar. Similar estampa, la de ganaderos deshaciendo rollos recién hechos, a la que se encuentra en la comarca de Saja-Nansa. «Arriba está todo quemado, en 15 días no queda nada», remarca Lorenzo González, alcalde de Valdáliga y presidente de la Asociación Nacional de Criadores de la Raza Tudanca, que relata que en la zona igualmente hay «ganaderos echando bolas de forraje en las fincas, algo que nunca pasa en esta época del año».
Es un extremo al que no han llegado ni en los valles pasiegos ni en Liébana, pero aunque todavía no hayan tenido que echar mano de las pacas según relatan algunos ganaderos consultados por este periódico, la imagen tampoco es mucho más esperanzadora. «Seguimos aprovechando los pastos que hay en los puertos para intentar aguantar todo lo posible», trasladan desde Liébana, aunque al mismo tiempo reconocen que «no está fácil porque es una sequía muy fuerte, tanto que los mayores dicen que no habían conocido esto antes». Así que la perplejidad ante los «nunca vistos» campos amarillos de Cantabria se puede encontrar en prácticamente cualquier rincón de la región.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.