«Nos sentimos abandonados por parte de Sanidad y del Colegio profesional»

«Nuestra única intención es ejercer la labor asistencial, crear empleo y contribuir a que los cántabros accedan a una prestación farmacéutica más cercana y de mejor calidad», subrayan. También mantienen contacto «casi diario» con Sanidad para pedir que, «en la medida de sus posibilidades, actúe para agilizar el proceso». Ante la «desesperación provocada por la lentitud del proceso», incluso reclamaron apoyo al presidente Miguel Ángel Revilla, a través de una carta, de la que no han obtenido respuesta.

El Colegio insiste en que Sanidad «podría seguir adelante con el proceso», aunque ha optado por la «prudencia jurídica»; y la Consejería critica que la institución colegial presentara un recurso: «No se entiende». Desde la Dirección General de Ordenación Sanitaria, Luis Cabanzón reitera que mientras la vía judicial siga abierta no se retomará el proceso «porque no queremos pillarnos los dedos».

Aunque confía en que el último recurso «también sea favorable» a la Administración, sostiene que «no podemos correr riesgos, como ha ocurrido en otras comunidades que han tenido que dar marcha atrás y asumir reclamaciones patrimoniales». No obstante, no tiene reparos en afirmar que si no existiera el recurso del Colegio, el concurso ya se habría reanudado. «Siempre hemos dicho que nos extrañaba su postura. El Colegio tendrá sus razones, pero yo no las entiendo», añade Cabanzón. Razones que Fernández-Teijeiro sitúa «en el espíritu del artículo 21 de la ley de ordenación farmacéutica. Las nuevas farmacias se instalarán allá donde la población lo requiera, pero si se tiene en cuenta la población flotante y los hoteles, que sea en esas zonas donde se abran, no en el núcleo del pueblo», reitera. Un argumento con el que trata de evitar que haya botica que vean comprometida su viabilidad. Sin embargo, Cabanzón insiste en que «la rentabilidad no es un factor que esté recogido en la ley ni que deba condicionar dónde se abre una farmacia». Ambas partes confían en llegar a un «buen entendimiento», pero mientras, el tiempo pasa y «nuestro futuro está en vilo», lamentan los farmacéuticos afectados por la parálisis del concurso.